miércoles, octubre 22, 2014

Ibiza siempre flota

Como este leve madero que acaba dando vueltas en los remolinos del mar sin llegar a hundirse, tal es Ibiza. Así cavila el fenicio, que no consigue prescindir de sus símiles y metáforas marítimas. Fenicios, gente de mar. Ibiza, gente fenicia, por mucho catalán en vena que le metan a sus niños en las escuelas o por mucho que se catalanice en algunos medios la forma de hablar de los ibicencos. Ibiza no se hunde, inexplicablemente, en los remolinos de la historia y del contexto.
Siempre hay una guerra cercana que sale en defensa de nuestro turismo, tan mal organizado, pero tan rentable para algunos. Desde 1960 hasta 2014 la suerte de Ibiza y Formentera ha sido blanca. Amenazaban, a veces, negros nubarrones en el horizonte, pero al final ha terminado por escampar y hemos logrado sobrevivir mediante el turismo durante estos cincuenta años. Con tal suerte que, de nuestro éxito nacerá nuestra muerte, o sea, tanto ha sido el éxito que nos hemos sentido tentados a repetir la fórmula indefinidamente, sin caer en la cuenta de que nuestros recursos son finitos. Hemos vaciado el agua potable de nuestras entrañas, hemos vaciado cinco montañas de durísima piedra. Y hemos tapiado la isla maravillosa. Hemos cubierto el oro con una cáscara oscura de cemento y asfalto, por mucho que la hayamos embadurnado de blanco.
Pero el fenicio duda que la suerte de Ibiza sea eterna. Cuando nos llegue el golpe frontal, echaremos en falta no haber sido más moderados y flexibles. Y se nos prepara otra larga cuaresma. Quizás se traduzca en una reducción de turistas. Quizás sea peor. La suerte de Ibiza siempre acaba por salvarnos del caos y la crisis definitiva. Veremos 2015 como se presenta. Prometo estar vigilante para ir comentando las noticias o reflexiones que se nos ocurran.Se trata de la misma crisis, jamás se fue, pero a nosotros nos gustaba imaginar que es cierto esto de los brotes verdes, como a algunos catalanistas les gusta creer las barbaridades independentistas sobre una Arcadia feliz y lejos de España, o en otro orden, a muchos españoles les gusta creer que votando venganza con Podemos ya se nos arreglarán las cosas. No. No será así. Ni en un caso ni en el otro.
La recesión terrible (dicen que es la tercera) se cierne de nuevo sobre los países motores de la Unión Europea. De algún modo son quienes nos mandan los dos millones de turistas en tres meses: Gran Bretaña, Alemania, Italia, Francia, la propia España.Ahora mismo, el escandaloso caso del ébola no significa nada (aunque unos turoperadores británicos nos han pedido explicaciones. Ya les vale) comparada con la crisis brutal que está de nuevo en las puertas de Europa. Hasta ahora han esquivado la realidad mediante el expeditivo método de patada hacia adelante. Pero ya han llegado al muro. Y el muro no va a moverse. Nos gustaría saber si el cuarto trimestre de 2014 ha bajado sensiblemente respecto al 2013. Lo sabremos pronto. Será la señal definitiva. Aunque siempre digo que dos millones de consumidores de pastillitas color de rosa se sacan de cualquier parte, en estos momentos no lo veo nada claro. Mañana será otro día.

Diario de Ibiza