sábado, enero 12, 2013

Cambiar a la fuerza



Cada vez que el Archipiélago entra en crisis, y esto ocurre cada par de años –somos el lugar en crisis con más éxito del mundo–, sale algún técnico del CRE para advertir que la economía balear está en alerta roja (25-IX-2012) y que nos andemos con mucho ojo puesto que el modelo turístico está agotado.
Es cierto que el incremento de visitantes no aporta más riqueza añadida ni crea muchos puestos de trabajo nuevos (ya saben, el jobless growth del que les hablé, es decir, el crecimiento sin crear empleos), pero habría que saber si ello se debe a, por ejemplo, un incremento de los precios y de los impuestos y a la pericia de los hoteleros y a los comercios que consiguen apañarse sin comprometerse con más personal.
A prácticas perversas de algunos hoteleros.
Decir a secas que el modelo está agotado, aparte de que es una canción muy vieja, no es decir prácticamente nada. Nosotros vendemos servicios (camas, restaurantes, diversión) y esto no va a cambiar, por mucho que los ineptos políticos mallorquines vayan diciendo que quieren convertir Mallorca en una California basada en el knowing how turístico.
A ojos de hoy, y como lo veo yo, cualquier intento que se aporte será bienvenido, pero seguirá siendo un complemento a nuestro modelo, el único factible de sol y playa.
Por supuesto, con innovaciones constantes, pero serán secundarias, serán adjetivos que acompañan al sustantivo turismo actual. ¿A alguien se le ocurre alguna idea sobre lo del modelo turístico? ¿A qué se referirán?
Hay que seguir ofreciendo originalidad, calidad y seguridad, porque no podremos competir nunca más con la calidad de instalaciones recién acabadas en Turquía, Marruecos, etc. ni con sus precios.
En tiempos de Jaume Cladera, 1989, ya se hablaba del cambio de modelo turístico. También en algunos momentos de los 90 y, por supuesto, se volvió a tratar con la excitación previa a la entrada en el euro, la moneda común de gran parte de europeos. Y casi siempre es el mismo equipo formado por la UIB y Sa Nostra. Tienen el disco rayado (o lo tenían, creo que han cesado su concierto).
¿Y qué pasó? LO de siempre, unas empresas cayeron y otras se adaptaron. Y hoy volverá a ocurrir lo mismo. Mallorca no ha podido absorber y llenar su portentoso potencial ¿y a esto le llaman crisis? Mientras que Ibiza, olvidándose de los turistas prestados por la nefasta primavera árabe y por la polarización del narcoturismo juvenil, piensa en su embriaguez que el turismo pitiuso va viento en popa.
Ibiza es la peor organizada de todas. Fíjense en el pequeño pinchazo de Formentera: han fallado los seguidores del anuncio de cerveza españoles y unos miles de italianos y toda la isla ha quedado temblando.
Ibiza va directa a un suicidio asegurado. El despertar de la resaca será histórico. Seguir dejando el monopolio a media docena de discotecas, llenadas por compañías low cost de jovenzuelos en éxtasis (y no místico), sólo nos lleva al marasmo. Y seguramente será gordo. Quisiera fallar en mi deducción.
¿Ibiza ha de cambiar de modelo? No lo sé, en principio recuperar una amplia base del turismo normal, el que puede viajar en mayo y en octubre. O sea, el que ha salido pitando de la isla. Lo diré más claro aún: no me refiero al ´todo incluido´ ruinoso, que no aporta riqueza ni crea puestos de trabajo. No sé si me explico.