miércoles, junio 01, 2011

Invasión de Ibiza, lo nunca visto



En estas notas que he ido publicando dejé bien claro que este fenómeno inmigratorio es insólito. Esto no se había visto nunca. Desde luego, que una isla, enclave o ciudad que tiene historia documentada desde dos mil años antes de Cristo reciba cuatro mil años después tal avalancha de gente, eso no se ha visto en ningún sitio.

Lo digo para diferenciarnos claramente de las ciudades campamento, instalaciones provisionales (que a veces duran décadas, caso de los saharauis) que nacen por accidente (fiebre del oro) o por incidente (por una guerra, por ejemplo los libios que pasan a Túnez o los tunecinos que pasan a miles a Lampedusa, Italia).

No, lo de Ibiza es único y los ibicencos no nos damos cuenta o no nos quejamos porque hemos ido leyendo el goteo (el chorreo en cascada, más bien) de inmigrantes en el mismo Diario de Ibiza.

Ya hablamos del 3 de febrero de 2010: «Uno de cada cuatro empadronados en las Pitiusas es extranjero». Una cuarta parte, un 25%, y eso en apenas diez años de intervalo. Como es natural, todo el mundo intenta sacar tajada: los arrendadores de pisos, los catalanistas diciendo la tontería de que el catalán es el idioma cohesionador, los sindicatos encantados de recibir nuevos marroquíes cotizantes y otras subvenciones, etc. Pero la realidad es bastante tozuda y tal cantidad en tan poco espacio y en tan poco tiempo dejará unas cicatrices insuperables, por muy tolerantes que seamos los ibicencos.

Fijemos esto: las Pitiusas acogían el 1 de enero del 2009 un total de 37.082 extranjeros empadronados, un 26,6 % del total de los residentes. En aquellas fechas sólo había 895 asiáticos, pero ojo al dato, en 2011 ya tienen la mitad de las tiendas del hogar y pequeños comercios de chucherías. Van rápido. Mucho más que nuestros incompetentes políticos.

El 15 de febrero de 2010, el Diario lo explicaba de otro modo, remarcando sin duda que los pitiusos somos gente de récords y de superlativos: «La población pitiusa crece a un ritmo de 13 personas al día desde el año 2000». No he multiplicado el número de días por 13, pero me creo la cifra total que ofrece en el subtítulo: «La población de Ibiza y Formentera se incrementó en 43.214 personas en nueve años». Las islas tenían el 1 de enero del año pasado 139.114 habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.

No es necesario advertir que esto son datos oficiales. Pueden añadirse bastantes más. ¿Cuántos? No lo sé, centenares, quizás miles.

Quien quiera conocer los crecimientos desglosados por ayuntamientos le invito a consultar la hemeroteca (DI del 15 de febrero de 2010).

Han pasado 16 meses desde esas cifras dadas a conocer. ¿Cómo ha afectado la crisis? Para nada, hemos seguido creciendo, lo cual quizás explique por qué han regresado apresuradamente algunos caciques del Caribe para tratar de colmar su faltriquera con estas cifras demenciales de población pitiusa.