sábado, febrero 26, 2011

Euforia en el mundo turístico



Parece que por fin, después de muchos años de agonía, diversas circunstancias tan favorables como inesperadas salen en socorro del turismo de estas islas. La Unión Europa esta muy lejos de haber solucionado los problemas de gran calado económico, administrativo, fiscal y político, más bien lo contrario: nos esperan novedades y es probable que alguna no sea nada agradable para los ciudadanos españoles.
Pero al menos la economía real de países como Francia y Gran Bretaña está tirando de la locomotora y, si hablamos de Alemania, todavía mucho mejor. Todos sabemos que estos dos son los grandes emisores del turismo hacia Baleares, hacia Ibiza.
Formentera está más volcada hacia el turismo italiano y español, pero tampoco tendrá problema en llenar sus equipamientos. Ni uno. 

La euforia ya se ha apoderado de los operadores y de muchos empresarios hoteleros y sabemos que estos últimos llevan al menos diez años sujetando los precios, incluso rebajándolos. En estos momentos muchos hoteleros se arrepienten de haber comprometido toda la ocupación; otros no quieren vender todo el hotel a los grandes operadores, porque esperan otras llegadas más interesantes de compañías y de agencias más pequeñas. Una ayuda inesperada que vendrá de perlas a estos empresarios que han vivido un largo calvario en los últimos años, desde la crisis del mercado emisor (sobre todo Alemania, Francia y Gran Bretaña) hasta la subida de nuestro IVA o la reciente prohibición de fumar en recintos públicos.
La demanda de plazas ha aumentado casi un 25% en Alemania. Es un aumento brutal, que responde coherentemente con la brillante política económica diseñada por el equipo de Angela Merkel. No es una golondrina suelta, de hecho Inglaterra se está volcando en comprar sus vacaciones en la costa española. La demanda en Baleares está a finales de febrero en un aumento del 10%, que también es una cifra muy remarcable y la evolución posterior tiende a aumentar todavía más.

Para valorar esta euforia hay que entender la mejora de la economía real y reconocer que el desempleo en esos países está muy por debajo de la locura de la España de ZP. Pero no sólo es eso.
Los países ribereños mediterráneos han subido sustancialmente los precios y me refiero a Croacia, Grecia y Turquía y no se descartan nuevas subidas, ocasionadas por las turbulencias del mundo árabe. Mejor aún para nosotros: los turistas que solían aprovechar la semana santa para recorrer Israel, Jordania, Egipto, Túnez o Marruecos en estos momentos están comprando vacaciones en España.
Y otrosí, por increíble que parezca, la boda real del príncipe Guillermo con Kate Middleton, da un día de vacaciones extra que se sumaría a las vacaciones de Pascua, con un total de once días aprovechables. Es decir, un regalo caído de los cielos para los empresarios de Ibiza.