sábado, febrero 05, 2011

Experimentos derrochadores


Experimentos fútiles que sólo sirven para seguir derrochando, incluso en tiempos en que debemos pedir el dinero prestado a un interés altísimo. Política suicida la de muchas autonomías. Esto ya no da más de sí.
Yo también lo vengo avisando desde 2005, cuando ya me di cuenta de la experiencia fallida del Estado de las Autonomías, sin excepción. Perderemos muchos años ante las quejas, los lamentos identitarios (especialmente de Cataluña y de Vascongadas) y las exigencias crecientes de los políticos de los 17 cacicatos. Dudo que el sistema sea recuperable.

En Ibiza nos damos cuenta de que esto chirría por todos los ejes a la menor presión o exposición al público. En el caso de la promoción turística llega a extremos irritantes.
No es suficiente verse en la obligación de agotar las partidas apresuradamente. Una política con un poco de previsión (y 4 años son muchos, 8 una eternidad) se define por unos planes, unos plazos y una ejecución un poco racional. Pues nada, ni contratando un gobierno (Plan de Gobierno) que gobierne al gobierno. A cada vuelta de tuerca, más derroche, más ineficacia.

Así pasan los años y el turismo de invierno no aparece, cuando no es una crisis es otra crisis, siempre estamos en la cota más baja. Ni el turismo del slow break o del fin de semana. Todo esto no pasan de ser experimentos fútiles sin valor, derrochadores. Lo único que sube inexorablemente es la presión fiscal, el esfuerzo fiscal del contribuyente que observa pasmado cómo estas cuadrillas de empotrados en las expediciones predatorias se largan una semana a una capital europea a promocionarse ellos mismos, porque ya saben que promocionar Ibiza cuesta lo suyo.

Y sin embargo se mueve. Es cierto, los aviones vienen llenos los viernes y salen atiborrados los domingos. Si hubiera más plazas, más gente vendría.
Este es todo el problema: comunicaciones accesibles y a precios razonables.

Mientras tanto, los hoteleros ahora descubren la irracionalidad de la división territorial y administrativa de Baleares. Les parecen demasiados ayuntamientos 52 para 800.000 habitantes. Exactamente esto mismo decía aproximadamente en 1985 al referirme a los cinco ayuntamientos de Ibiza. Ibiza está mal divida y administrada, y ahora todo el mundo lo descubre, cuando los niveles de derroche nos han dejado arruinados (primero) y endeudados (segundo) para varias décadas. A buenas horas mangas verdes.
Es evidente. Toda España está despilfarrando. Toda España necesita la supresión urgente de tres o cuatro mil ayuntamientos, como medida inicial, que tiene que ir acompañada de otras de fuerte calado. Y en paralelo, potenciar de verdad y facilitar el uso de Internet para todas las edades.

En mi blog tengo expuesta de forma permanente esta información hace años y me quedo corto: en la España difunta de ZP: 86.000 concejales, casi 9.000 alcaldes, 17 Presidentes, 1.600 parlamentarios autonómicos, 350 diputados, 300 senadores, 200 parlamentarios en Estrasburgo, 20 ministros con toda su corte, más de tres millones de funcionarios, más de un 20% de la población desocupada, frente a poco mas del 6% en el resto de países, y más de 300.000 asesores y liberados sindicales.
No es un sueño, es nuestra cruda realidad.