miércoles, febrero 23, 2011

El optimismo de la voluntad


Una de las frases más dolientes de Gramsci me ha acompañado toda mi vida, aunque yo no sea ni haya sido nunca comunista. «Frente al pesimismo de la inteligencia debemos oponer el optimismo de la voluntad». Bien, me parece bien porque la actitud ya es en sí misma una parte del camino que hay que recorrer.

Naturalmente no me parece bien si se trata de ´mantenella y no enmendalla´ o de defender voluntariosamente una postura que ya se ha demostrado racionalmente errada o aberrante.

Pero esta misma frase es la que aplican nuestras empresas pitiusas, a pesar de que, en general, las podamos adscribir en un ámbito liberal o conservador, aunque alguna empresa socialdemócrata quedará por aquí para cobrar subvenciones.

Una encuesta hecha por la Pimeef parece adobada con grandes dosis de optimismo, de un optimismo voluntarioso. «No, si yo quiero estar animado, lo que pasa es que estoy deprimido», parecen dejar entrever.

En dicho encuesta –puede verse en el Diario del día 12 de febrero de 2011– parece observarse a la luz de los consultados un creciente optimismo, aunque la mayoría acepta como «normal» el año empresarial de 2010. A saber lo que consideran normal. Más bien se podría redactar así: los empresarios pitiusos constatan una consolidación de la crisis, pero descartan mayores descensos.

No es lo mismo.

Así lo titula nuestro Diario: ´Las empresas pitiusas mejoraron sus resultados en 2010 y tienen buenas expectativas para 2011´, con lo cual se confirma el voluntarismo: las buenas expectativas para el 2011 no son datos cuantificables, pues son deseos. Deseos, casi nada, pero deseos.

De haber mejorado lo habríamos notado en la facturación real, en el número de empleados (o su reverso, en el número de desempleados) y todos sabemos que no es así: Ibiza sigue postrada en cifras que le dejan a uno pasmado.

Deseamos mejorar, esperamos buenas expectativas, pero...

En cualquier caso, la empresa pitiusa no ha sabido reaccionar y quizás no haya podido, porque del Gobierno socialista sólo ha recibido agresiones de gran calado. Los gobiernos no tejen el entramado empresarial ni comercial que deriva en el consumo privado, pero hay que ver con qué facilidad pueden desmontarlo. Los hoteleros de Ibiza me darán la razón, pues ocurrió casi un año después lo que ya avisamos con un año de antelación. Me refiero, por ejemplo, al IVA, aunque nuestra industria turística tiene otros muchos puntos que deben ser observados urgentemente por el gobierno de turno.

Pero también me refiero a la última medida de la ley antitabaco, una auténtica salvajada en tiempos de postración del consumo privado. La oferta turística complementaria y los hoteleros ya han cuantificado las pérdidas en un 20%, es decir en una quinta parte.

Optimistas sí, pero de actitud, por voluntad propia, porque nos sale de los talegos. Pero si nos lo pensamos bien....