sábado, julio 03, 2010

Mariano Llobet analiza la guerra civil





Mariano Llobet se enfrenta nada menos que a cien libros que tratan sobre la materia, la guerra civil de 1936-1939, al que algunos han considerado la cuarta guerra carlista.
Cuenta con un precedente brillante, una síntesis de los prolegómenos, es decir del período republicano, 1931-36, en un libro anterior del cual ya les he hablado, 'Personas y días de la segunda República'.
Nuestro querido elefante ha seguido un método impecable. Ha escogido un centenar de libros y los ha confrontado con los últimos descubrimientos y con su propia memoria, refrescada con numerosos testimonios directos. El mismo autor se explica en el artículo final, el cien, dedicado precisamente a un libro que sin restarle méritos memorialísticos, tiene mucho de mitología doméstica y de fabulación: 'Vida y muerte de un pueblo español', de Elliot Paul. El abogado pitiuso rebate y explica algunas de las más importantes mentiras del autor norteamericano.
El problema al que nos enfrentamos todos cuando buscamos un rigor histórico exento de exageraciones y de mentiras -sean del bando que sean- es la propaganda, que en una guerra puede ser un instrumento lícito, pero que hoy sólo sirve de humo para tapar los hechos. En este aspecto brillan por su mendacidad numerosos escritores y corresponsales norteamericanos, con el agravante de que al ser más conocidos han sido amplia y repetidamente citados.
Ibiza tiene su propio paradigma en esta circunstancia en Elliot Paul. Otros muchos autores extranjeros después reproducirán algunas de estas exageraciones. Por ejemplo, suele reseñarse el carácter crudelísimo de la guerra civil en Ibiza, sin mayores explicaciones. Y es cierto, sólo los hechos del 13 de septiembre ya son de por sí merecedores de una placa a la infamia, tanto los bombardeos de la ciudad por parte de unos aviones nacionales por la mañana, cuanto la horrorosa hecatombe del atardecer en el Castillo perpetrada por los rojos, donde dejaron la vida más de un centenar de ibicencos. Estaban ahí encerrados, indefensos y sin juicio ninguno fueron masacrados vilmente.
La ciudad de Ibiza dejó aquel día, y eso ya lo he escrito otras veces, un número de muertos similar al de los bombardeos de Guernica, aunque la propaganda magnificara el cruel bombardeo de la ciudad vasca.
Pero Ibiza no tenía padrinos en la posguerra. Cayó en el olvido más atroz y los ibicencos que se quedaron pasaron todas las penurias imaginables... hasta bien avanzados los años 50. Incluyendo todas las represalias posibles tomadas por los nacionales vencedores.
La guerra civil en las islas todavía guarda secretos. Leyendo estas densas 481 páginas uno va recorriendo el escenario por tierra, mar y aire con puntuales notas de clarificación o corrección que nos van ayudando a fijar los hechos principales de la contienda.
Este trabajo valiente y útil para quien quiera hacer un ejercicio de memoria al margen de las maniobras sectarias de los partidos políticos ha sido prologado por el doctor en Historia Bartolomé Escandell, que tanto sabe también de Ibiza, y fue publicado en las páginas del Diario de Ibiza por entregas semanales. Leerlo en conjunto lo hace más apreciable. No dejen de leer este libro, me agradecerán la recomendación.