sábado, julio 31, 2010

El catalán recula


Parece que Carod-Rovira, el número dos del Ejecutivo de José Montilla, presentó el balance sobre el estado de la lengua catalana con enorme energía y optimismo: el catalán ya se enseña en más universidades extranjeras que el holandés o el griego clásico, en un proceso de internacionalización real imparable, explicó eufórico.
Pero ocultaba algunos detalles demoledores: estos resultados nimios e intrascendentes han costado una fortuna al contribuyente catalán y español, casi 200 millones de euros en los últimos siete años. Incluso peor, el catalán ha retrocedido en el mismo período en el uso cotidiano y preferente en casi un once por ciento.
Dicho de otra manera, a pesar de las costosas subvenciones a la prensa, a la efusiva potenciación de radios y canales de televisión, a pesar de la persecución del castellano, a pesar del CAC, a pesar de la inmersión lingüística, el ciudadano de Cataluña cada vez hace menos uso de lo que pretende ser el idioma del Principado. Tan sólo un 35% de los ciudadanos de Cataluña utiliza habitualmente este lengua de forma preferente.
Y en esta circunstancia no se puede alegar manipulación ni un uso torticero de las técnicas exploratorias, como no las haya realizado el mismo Carod, ya que el ´Balance de Política Lingüística 2004-2010´ es un trabajo llevado a cabo por la Secretaría de Política Lingüística de la Generalitat, un departamento directamente controlado por Josep Lluís Carod-Rovira. La encuesta incluye una muestra de 7.140 entrevistas a ciudadanos mayores de 15 años, lo cual demuestra que es representativa.
Como es lógico, los datos no han tardado en conocerse y han supuesto un varapalo para las tesis coercitivas del nacionalismo, que por mucho que sumerja en las escuelas, que pague cursillos de asimilación y otras maniobras, ni aunque amenace con sanciones no logra ver cristalizados los frutos de sus empeños, tan contumaces como derrochadores.
Una de las explicaciones es la importante llegada a Cataluña de inmigrantes en los últimos diez años, pero de ser totalmente cierta, la misma presión hubiera afectado al castellano y no ha sido así.
La anterior encuesta era de 2003 y entonces un 46% afirmaba el uso del catalán como lengua habitual y ahora este porcentaje ha disminuido al 35.6 %. Un retroceso importante. El castellano ha bajado menos, de un 47,2 ha pasado a un 45,9.
En la última encuesta aumenta el árabe (¿qué árabe? Lo ignoro) y «otras lenguas».
Un auténtico jarro de agua fría para las pretenciosas aspiraciones del Tripartit, en la misma línea de fiasco que ya habíamos observado hace tres años (y quizás más) en el contundente fracaso escolar en las comunidades de Valencia y de Baleares. Cito de memoria, pero Ibiza se colocaba en la cabeza del fracaso escolar con un 30,8% en toda España.
No me extrañó entonces que alguien con mucho sentido común apelara a la necesidad de derogar la Ley de Normalización Lingüística y la normativa derivada que impiden la libre elección de lengua en la educación de nuestros hijos. Que quien quiera estudiar en catalán pueda hacerlo y quien prefiera el español, lo mismo. Ya están tardando demasiado.