miércoles, marzo 18, 2009

Nunca se me habría ocurrido


Los políticos temen muchísimo las críticas de opinión de la prensa, porque viven antes de la imagen que de trabajo serio, consecuente, continuado y coherente. Como las de la Virgen, la imagen es sagrada.Pero no nos hagamos ilusiones, las columnas de prensa no sirven para nada. A estas alturas de la película son la fiscalía y el juez instructor los únicos que tienen poder para sacar si nos han robado, cómo y cuándo en determinado pufo urbanístico, del centro o de la periferia. O en ambos. O en ninguno. Y lo bueno del caso es que se escudan siempre en las externalizaciones y en los técnicos. Una bobada.
Hay muy poco técnicos probados y experimentados trabajando en serio: lo que parece haber es un gran trasiego de presupuestos y lo peor de todo, la gente normal y corriente se imagina por qué. Y muchos informes. Y lo que es peor, la gente imagina o deduce las razones.
Pero ahora es distinto, el espanto de la crisis los tiene a todos con el corazón en un puño.
Sale Tarrés y anuncia con grandilocuencia que va a ahorrarse un millón de euros quitando gastos corrientes, o sea, quitará gastos de las subvenciones.Por cierto el día antes nos enteramos de que un edificio -no importa decir cuál porque ocurre con todos- ha valido un millón más de lo previsto. Las obras del puerto, trece millones más de los previstos (y los que irán sumando. Estamos en manos de técnicos y del partido socialista, no lo olvidemos).
Aunque nunca lo diga ni lleve matrícula, lo digo con rubor, yo soy un técnico. Por una vez voy a usar los galones (otra cosa es que, ya digo, nadie haga el mínimo caso). En Ciencias de la Información se usaba como argumento que carga el diablo lo del ´umbral de percepción´ y lo de ´umbral de saturación´.Bueno, pues aplíquenlo a las dichosas campañas sobrexpuestas, a las añadidas, porque las normales por lo visto no sirven para nada.
Esta cuadrilla de políticos y de técnicos insiste en que para triunfar hay que barrenar el umbral de percepción publicitaria. Hay que gastar más.Hay que gritar más, hay que sobreactuar, hay que aturrullarles, hay que machacarles aunque vengan en hoteles todo incluido propiedad de una empresa catalana o suiza. Pobre Ibiza, con tanto ruido y tan pocas nueces.
Pero los políticos están para esto: si los hoteleros piden que se les bajen los impuestos, el canon de recogida de basura, se les baja y punto.
Los hoteles quieren limpieza de algas en abril, con lo cual se cargan las dunas y, dado que habrá otro temporal o dos, habrá que volver a limpiar en junio.
Así van. Tirando de visa oro.
Menos mal que nos queda un argumento para atraer al turista: ven y vive a tu manera, adlib, pero con gusto. Pues no: también se han cargado esto los técnico-políticos: Ahora será «sonríe, estás en Ibiza». Lo que no saben es que esta frase te la sueltan los chorizos en Rio de Janeiro. Te levantan la cartera y si te das cuenta y te quejas te dicen: «No se enfade, estamos en Brasil, el país de la simpatía, sonría».
¡Chapeau!