sábado, diciembre 29, 2007

Ibiza no aprende la lección


En toda España han ido tomando buena nota y, simplemente, se ha parado de momento de comprar inmuebles o de iniciarlos. En Ibiza no, según todas las previsiones y los datos, se sigue construyendo como si tal cosa.
No ha descendido el ritmo real y el número de licencias solicitadas causa asombro. Bien, bien. Ibiza no ha aprendido la lección, aunque después uno descubre un nivel de conflictividad latente y silenciada que es muy desalentadora.
Me envían a mi blog con cierta frecuencia quejas de abusos, que suelen ser numerosos.
Eso me preocupa: ¿es que los ibicencos ya no creen en las instituciones que deben cuidar de estos abusos? No, evidentemente. Ni oficinas de consumo, ni policía municipal ni inspección gubernativa, ni jueces ni fiscales. En este estadio estamos, a pesar de lo cual la gente sigue comprando.
La última, alguien que se siente afectado porque le han quitado parte de una zona comunal de una urbanización. Y el único que actúa deprisa es el trabajador que manipula la retroexcavadora. El ayuntamiento impasible.
Parece y es verdad: cuando el ayuntamiento ya ha cobrado se desentiende y si hay que recurrir al juzgado antes de que se vea tu caso pueden haberse construido y derribado tres islas Ibiza.
Vuelvo a repetir: ante esta inseguridad ¿por qué seguís comprando? Basta un año o seis meses sin comprar absolutamente nada. Ya veréis cómo los organismos se alarman cuando vean la sequía de las arcas. Seis meses de moratoria real. Esto sería una moratoria.
Incluso los ayuntamientos colaboran con la especulación y la presurización del urbanismo, por ejemplo, cuando dan permisos de obras a cambio de adquirir terreno para sus equipamientos. Una bobada muy peligrosa que sólo conduce a una mayor explotación especulativa del territorio.
El caso del solar Mare Nostrum debe ser uno entre muchos, ha puesto con las vergüenzas al aire a Xicu Tarrés y al anterior equipo municipal, que parece impregnado del efecto gafe de ZP y necesita urgentemente comer conejo y guardar la pata mágica bajo la almohada.
Dales el tiempo necesario y ellos solos se pondrán en evidencia.
Y sin embargo la isla ha recuperado el pulso de la actividad turística, aunque sea este turismo de un nivel tan mediocre. Ahora sólo faltaría recuperar la cordura en el urbanismo.
Hacedme caso: seis meses sin comprar nada (un año sería mejor). No se acabará el mundo, pero es posible que desciendan los chanchullos y que las inspecciones acaben con algunos abusos.


Regreso a Mariano Digital