domingo, diciembre 16, 2007

Construyan de una vez las infraestructuras

Como en Ibiza y Formentera no hemos hecho los deberes a tiempo, ahora los grandes temas que ocupan la atención de nuestros cerebros pensantes siguen siendo las grandes infraestructuras.

Como siempre. Y después de tantos años… estará muy adelantado. No, sigue como siempre, porque se cultiva la tendencia a seguir aumentando el número de turistas, de manera que cuando hemos comenzado unas obras para resolver un problema, al acabar las obras ya quedan desfasadas. Y siempre seguiremos así.

Las grandes infraestructuras siguen pendientes. El aeropuerto merece una atención urgente para facilitar el trabajo y el tránsito de estos cinco millones de pasajeros.

El conducto de carburantes, las obras del puerto y la finalización del dique de Botafoc, las estaciones marítimas, etc. siguen ahí esperando, como una burla a nuestras insensatas pretensiones de defender la virginidad de la isla cuando ya la ha perdido hace cuarenta años.

¿Para qué hemos construido el brutal dique si ahora no acabamos las obras y las instalaciones necesarias para optimizarlas? Este dique no se construyó para levantar una polémica, ni siquiera para molestar al GEN.

No me explico a qué viene ahora esta reacción. El pantalán y el dique es la primera fase. Faltan, urgen, los metros cuadrados necesarios para operar funcionalmente. No sé cuántos ni cómo.

La gran afluencia de mercancías ha de encontrar una salida. He mirado el mapa, pero yo no veo ninguna desventaja al túnel. Si los camiones salen por detrás no molestarán tanto a los que están en primera línea. Pero si salen por la primera línea se ha de encontrar la manera de sacarlos de la zona.

Nadie está a salvo en Ibiza. Escribidlo en caracteres áureos.

Cualquier día te pueden construir una central nuclear en tu jardín. Alguien recibirá el golpe. Nadie quiere las molestias. Nadie quiere una cárcel, cementerio, matadero, discoteca o puerto industrial bajo su balcón. Pero decir eso no es gran cosa: algo es cierto, aquí nadie ha engañado a nadie. Es lo que hay, porque lo que viene será peor, me temo.