miércoles, diciembre 05, 2007

Continúa el 'show' a ninguna parte

Ya que los ingleses son tan importantes cuantitativamente y tan malos cualitativamente, la materia gris pitiusa desplazada a Londres para asistir a la feria WTM aprovecha para sacar lo mejor que lleva dentro.
No hay embotellamientos a la hora de expresarse.
Pero yo puedo asegurar que es uno de los momentos más divertidos de todo el año. Me basta con leer las crónicas, ver la cara que ponen en las fotos y, ya como colofón (con efe) masticar sus declaraciones.
Ibiza no sería nadie sin los ingleses, eso lo sabemos. Pero con los ingleses somos muy poquita cosa. Yo creo que hemos sido muy inteligentes al emborracharles ya en el avión de llegada, para que no se den cuenta de dónde se han metido.
«Los británicos que visitan Eivissa son los de menor poder adquisitivo» de todas las islas Baleares, según titula nuestro Diario a cuatro columnas.
Pues este montón de fibra alcohólica británica es la que ganó la guerra (tan triste...) de las Malvinas, es la que recorre Europa pegándose botellazos con todo bicho viviente y es, en definitiva la materia prima de nuestra industria turística.
Tienen muy poco dinero, pero como son más de medio millón (cinco Ibizas metidas sobre Ibiza en sólo dos meses), son los que han conseguido poner la isla a sus pies: sus hoteles, sus zonas, sus camellos (se traen sus excelentes traficantes de droga de los mejores barrios de Londres) y, por supuesto, su tipo de música y el horario al que quieren escucharla. Y por tanto, nos han acuartelado a los ibicencos, que debemos vivir un horario lúdico y lúbrico capaz de matar a cualquier cristiano.
Aquí se han adaptado muy bien. Todo el día, las 24 horas (hours) y la hora después (after hours, pero ya expliqué que después de las 24 horas del día sólo habita la Muerte).
Bueno, pues un especialista de Can Misses se ha atrevido a explicar que parar seis horas solamente no es suficiente. Pues claro que no. Él pide 8. Yo pido 12 horas de tregua: ni para los indios ni para la caballería.
Tenemos en Ibiza una casta de políticos ineptos, inútiles y acobardados. Mejor sería prescindir de ellos y encargar la dirección política a una empresa champañera de Sant Mateu. Externalizamos a Tarrés y a los alcaldes.
¿Qué necesitan para ejecutar aquellas cosas para las que se les ha votado?
Se derrumban las autovías, el paso elevado, los túneles se inundan, los turistas han tomado posesión de la isla, los decibelios asesinos no dejan vivir. No hay taxis. Nadie quiere venir a vivir/trabajar a Ibiza. Los precios por las nubes. Y ellos se van de feria, a traer más inglesitos. ¡Guapos!