sábado, marzo 01, 2014

Ibiza, la tercera marca conocida de España

En la primera legislatura de gobierno del Pacto de Progreso, de triste memoria, el sector catalanista del conglomerado se lanzó decidido a borrar el nombre de Ibiza del mapa, pasando a utilizar el de Eivissa. Ante tal barbaridad –y por otras varias– perdí todo entusiasmo por esa formación, si es que alguna vez lo había tenido. Desde entonces, el prestigio y la fama de la marca Ibiza no ha parado de crecer hasta límites admirables.
Leí en un suelto de este Diario que ´Ibiza´ era la tercera marca más conocida de España en el extranjero. Y yo aventuraría que en algunos sitios de Europa es la primera, al menos entre la gente joven consumidora de bailoteo y música electrónica. Esperaba que aquella constatación estadística tendría mayor repercusión en la prensa y en parte es por ello que ahora le dedico estas líneas.
Hasta tal extremo es potente el nombre de nuestra isla y hasta tal punto de insensatez se gastaron (y se siguen gastando) los catalanistas. La marca Ibiza es casi un fetiche que todo el mundo desea. Pocos topónimos del mundo pueden competir en alcance y penetración con la palabra Ibiza. Sí, claro, NY, París, Venecia, Berlín, Tokyo, Pekín, Sydney, Rio de Janeiro y pocos más. No lo he comprobado, pero tendría que hacerse un estudio comparativo cruzando numerosas variables. Hay gente que lo hace y estas informaciones suelen valer no poco dinero.
Basta escribir nuestro topónimo en el buscador de Google y nos da 42,6 millones de entradas en 0,24 segundos. ¿No es impresionante? Para Mallorca ofrece 31,6 millones en 0,30 segundos. Si buscamos el topónimo ´Eivissa´ nos tendremos que conformar con 2.260.000 entradas. Es lo que hay y quien no lo tenga claro que compre blanco de España. Para Formentera, me da tres millones y medio largos.
El potencial de negocio de la palabra Ibiza nos pertenece a todos y es un patrimonio de los ibicencos y de los formenterenses (pues ellos también provienen de Ibiza, desde la repoblación de 1697), como pueda serlo la catedral, la posidonia o los yacimientos púnicos de enorme y singular valor histórico y arqueológico. Por lo tanto, tenemos la obligación de defender nuestro patrimonio y de detener con nuestro voto a todos aquellos que pretenden dilapidarlo o, simplemente, borrarlo.
Desde la feria de Londres a la Madrid, Ibiza y Formentera han ido juntas o muy cerca, usando estos topónimos mágicos para facturar y vender con gran valor nuestros islas. La imponente campaña internacional de defensa de las Pitiusas ante las prospecciones ha vuelto a recordar el poderío del topónimo Ibiza y también que se puede usar sin ningún pudor ni miedo el topónimo ibicenco Eivissa. Al menos ocasionalmente.