miércoles, febrero 26, 2014

Turistas: cómo captarlos

Cómo vendemos España a los turistas. Releo el manual secreto de las agencias de viajes y al final llego a la conclusión de que no es nada fácil captar nuevos turistas. Hay tanta competencia que más que captar ya podríamos hablar de capturar, que es lo que hacen mediante esa práctica deleznable del ´todo incluido´. Es difícil capturar nuevos y es demasiado fácil perder a los fieles o fidelizados, en cualquier caso, aceptemos que el trabajo promocional no siempre es fácil. Precisamente por ello los responsables no han de caer en cantos de sirena de los advenedizos grupales o corporativos, como es el turismo gay o de cualquier otro colectivo. La potencia plástica y el magnetismo de Ibiza lo da su conjunto, dispuesto no por compartimentos estancos separados, sino en un abigarramiento vital que nos distingue de otros sitios.
Así que repaso el catálogo y descubro que existe un británico que escoge la green Spain y escogería Ibiza en invierno si las comunicaciones no fueran imposibles, por inexistentes. Con los empastillados británicos puede excluirse cualquier esfuerzo promocional: ellos no compran Ibiza, sino borrachera, farmacia general y música. Al final no saben donde están ni saben nada de Ibiza ni de Formentera. El turista británico de categoría escogerá el invierno y el arte de Bilbao, Galicia, mientras en Ibiza tardan siete años en diseñar un urinario que permita abrir el museo Arqueológico.
¿Y el alemán? Nos interesa mucho. Ibiza ha perdido muchos enteros, incluso ahora con la inestabilidad mediterránea. Nos gustaría volver a enganchar con este germano que tan a gusto está en la Costa Brava o en Mallorca. ¿Y el turismo norteamericano? Es un fanático de los cruceros. Hasta que Ibiza no entre en los circuitos hispanos, el yanky seguirá siendo una anécdota. Pero Ibiza tiene potencialidad.
Después tenemos el turismo muy buscado de dos países emergentes. Gastan mucho, pero en Baleares no acabamos de convencerles. Buscan gastronomía, muchas compras (shopping) y patrimonio y monumentos. Hablo de Rusia y de China.
En cambio Formentera y bastante Ibiza no se esfuerzan en motivar a los italianos. Ellos mismos son los principales vendedores de la Pitiusa menor, lo cual supone un riesgo que ya conocemos en propia piel: copan demasiadas plazas y en caso de crisis, los negocios de la isla se resienten. Hay que diversificar. En invierno existe un turista italiano muy sobrado, pero visita Madrid y Barcelona. Ocurre lo mismo con México, un país que manda turistas a España, pero teniendo ellos playas de ensueño, aquí suelen buscar la cultura y el patrimonio que les explica su pasado, las tiendas y la gastronomía.
Los franceses son buenos conocedores de toda España. Los que vienen a Ibiza ya la conocen o tienen residencia y pocos de ellos usan la agencia de viajes. Le podemos dar mil vueltas, pero si nos ponemos exigentes, hay muy pocas cosas que ya no estén inventadas. Aunque me extraña que unas islas de 155.000 habitantes no puedan mover más turistas de invierno. Es como si no interesara a nadie. 

@MarianoPlanells