viernes, junio 22, 2012

Sin radioterapia, pero con más melanoma



Carlos Herrera en Twitter, otro predicador en el desierto

Aquí sobra el Consell, dice un alcalde. Y se arma la polémica, muy aromatizada por las esencias del Partido Popular, que ya conocemos todos sobradamente en Ibiza, como conocemos las de IU, los nacionalistas o el PSOE. No tendría ningún inconveniente en entrar en el tema –que ya he tocado en anteriores artículos al menos por encima y en mi Mariano Digital– en profundidad, pero puedo anticiparles que en mi opinión sobran casi todos. En vista de su conducta –hablo de toda España en general– el lema del español medio es: ´Políticos, pocos y cuanto más lejos mejor´. Se acabó aquel sonsonete que popularizaron los caciques y los nacionalistas de la transición, que vienen a ser lo mismo: «El poder, cuanto más cerca del pueblo, mejor».
No, miren, vayánse a la puñeta y llévense a sus empleados públicos y sus amigos y sus cuñados y sus empresas externalizadas y sus corrupciones disfrazadas bajo mil trucos de leguleyo. Quiero un Estado unitario, racional, moderno y centralizado en las áreas de poder y muy descentralizado en los servicios, con la ayuda inapreciable y mil veces más barata de la informática.
Un Estado donde cada cual responda de sus actos. ¿Cuántos impuestos nos ahorraríamos los pitiusos si pudiéramos borrar los cinco ayuntamientos y dos consejos (consells) insulares, las oenegés que se han empotrado y otras muchas cosas inútiles? Un tema que seguirá candente, ya no te digo si nos llegan a intervenir como país. Y yo seguiré, como hago asiduamente en mis blogs. Hay días en que el Diario nos ofrece varios bloques que pueden leerse como una metáfora de la isla entera.
Veo el banquete (convit) con que se regalan para propulsar a Sala hacia la presidencia del PP. Bueno, que aproveche. Al menos en esta ocasión ha habido cierta alegría al apuntar al PP a algunas señoras de posibles que han dado como dirección la del propio muladar. Normal ¿iban a dar la del ayuntamiento?
Pero giro página y me encuentro con que Serra nos avisa de que el hospital podría comenzar sin la radioterapia. Yo añadiría: Y puede que no empiece ni el hospital. No culpo sólo al PP. Los derroches de Antich y Tarrés, las de todo el PSOE en España esta vez han sido indigeribles. Y alguien tendrá que pagar la prodigalidad del botarate de las ocurrencias.
Para mayor espanto y en la página siguiente, como no tendremos radioterapia, nos enteramos de que Formentera registra más melanomas que la media nacional. Sobre todo en Formentera y bastantes de Ibiza, cuando me ven me riñen: «Pero, oye, ¿cómo es que estás tan blancucho? ¿no tomas el sol?» No señor, ya hace años que voy con moderación, también con el sol.
No se va a poner en servicio la planta de radioterapia ni la nueva estación de buses de Vila. Me gustó el artículo de Alfonso Ribas, un hombre de empresa sensato al que nadie ha replicado a su texto 'La delgada línea roja'. No pongo en duda ni una sola de sus palabras, por lo que puedo imaginar que esta estación ha nacido mal diseñada y peor ejecutada y que probablemente jamás podrá ponerse en servicio como estación.
Otro mamotreto más de esta década de una España demencial donde se han construido castillos en el aire, aeropuertos vacíos, AVEs sin ocupantes y autovías insostenibles. Veremos, pues doctores tiene la Iglesia. Lo que no tiene es radioterapia ni estación de autobuses.