miércoles, junio 06, 2012

Ibiza, turismo interior


El turismo inetrior de Ibiza lo tiene complicado. La iglesia de San Lorenzo (Foto Solo Ibiza)

Se ha fijado usted cómo en los últimos años distintas comarcas españolas promocionan lo que ha venido en llamarse ´turismo interior´ en las ferias, televisión y otros medios?
Bueno, pues ya están obteniendo resultados muy remarcables. Aparte del mar, las calas, las costas, las playas, ya existe una demanda consolidada de turismo interior.
Es más, crea partidarios convencidos y amantes fijos que por nada del mundo regresarían a la agresiva costa ni a sus paellas oleaginosas y cargadas de ajo y picadillo de hígado.
En suma, España ya no es solo el turismo de playa, paella, sangría. No todo hay que atribuirlo al creciente temor a las enfermedades malignas de piel, al aburrimiento por la misma oferta de siempre y al incremento de los precios.
El interior de España es muy valioso, una vez que también se han interiorizado las enormes distancias de carretera (esto va escrito para los isleños, que tenemos unos esquemas peculiares sobre las distancias). El turismo europeo ha ido decantándose por la España interior en un 20% de aumento. Esto son cifras serias.
Las estimaciones son muy positivas para Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia, La Rioja. Bastante menos para el resto, exceptuando Madrid que es una auténtica joya para el turismo de cualquier estilo, edad o tipo.
Apuntado todo esto, vamos a tomar nota.
A nosotros los pitiusos nos copian infinidad de cosas, de manera que siempre que viajo o leo estoy con la antena de buitre presta para llenarla de ideas que puedan ser aplicables a Ibiza-Formentera.
Lo escribo apelando a su sentido del humor, ¿podemos hablar en unas islas tan pequeñitas de turismo interior? ¿Dónde está nuestro interior, si está todo trenzado por vehículos, de ocio o de servicios, destinados al turismo de playa? ¿Los ibicencos, tenemos un interior? Yo al mío no me lo encuentro.
Los formenterenses lo tienen mucho peor, porque se pongan donde se pongan siempre pueden observar el exterior. Formentera, como Ibiza, apenas tiene interior. Parece una pesadilla borgiana.
Bromas aparte, sí que el patrimonio pitiuso tiene una oferta respetable. Y ésta ha de ser muy mimada en todos los aspectos. «No queremos molestar al turista, pero paralizar las obras en verano traerá paro», dice el flamante presidente de la Pimeef, Joan Tur Ripoll, que sustituye a mi tocayo Mariano Riera. Ambos son unos valientes manteniendo el tipo con la que está cayendo.
Detecto preocupación en Tur Ripoll y no es para menos. Como muchos ibicencos (y quizás yo mismo) le veo un poco desenfocado: la economía de Ibiza no son los constructores sino el turismo.
Naturalmente que la construcción añade valor, pero no podemos perder de vista jamás que nuestra industria es el turismo. No construir campos de golf, puertos deportivos ni cientos de apartamentos. Y en éstas están, no lo duden.
Tampoco es la construcción la que genera los peores ruidos: la huella sonora del aeropuerto, las motos, las discotecas al aire libre, beach clubs y etc. son mucho peores. Pero como él dice: hay que mirarlo de cerca.