miércoles, junio 13, 2012

Los peligros de Ibiza



Fernando Torres en Ibiza a principios de junio 2012. Pero se lo tomó con calma antes de la Europacopa 2012. Como debe ser, ¿no?

Morir en Ibiza” iba a titular y no me refiero a los 1.400 euros del ala que costará una cremación en la isla (no lo he comprobado pero imagino que bastante más que en Valencia o en Denia) sino a los factores de riesgo. Factores de riesgo inducidos, no a los objetivos que existen al margen de cualquier conducta alocada.
Comencé a cavilar en esto cuando leí, Diario 25-XI-2011, que los incidentes graves en las playas pitiusas habían aumentado un 88,8% sin contar los casos con resultado final de muerte. En 2010 fallecieron 10 en nuestras aguas, en 2011 solamente dos. Lo cual hace pensar en un aumento de turistas, pero también en un agravamiento del estado de sobriedad. Agravamiento o quizás una pérdida de sobriedad. Los inglesitos es lo que tienen: nadie les ha enseñado a beber y pueden llegar a hacerlo hasta caer literalmente desmayados. No pocos entran en estado de coma.
Pero sin llegar a extremos fatídicos, podemos calcular que muchos de estos pequeños incidentes se deben a conductas poco apropiadas en las aguas, en las rocas y en las piscinas. En honor a la verdad, hay que decir que todo el mundo, toda la isla, todos los negocios (en gran parte dirigidos por sus propios compatriotas) está confabulado para que acaben el día repletos de alcohol o de drogas.
En este sentido es admirable la inexistencia de accidentes serios, aunque según otra estadística, uno de cada 20 turistas ha tenido un percance violento durante las vacaciones. Peleas, cabreos, agresiones y a menudo bofetadas es el pan de cada día y más entre los británicos que parecen olvidar el fair play en las pistas del aeropuerto de Londres o Liverpool. Una vez más, muchas de estas trifulcas, incluyen, cómo no, a las chicas tanto como a los chicos.
No sólo son peleas. El otro día, el escritor Arturo Pérez-Reverte, buen conocedor de la isla entera, contaba en un tuit que las escenas más perversas, vulgares y desagradables las sufrió en San Antonio. Y contaba el espectáculo que yo omitiré aquí porque me duele hasta contarlo. Con lo maravilloso que fue San Antonio hay que ver como ha acabado y a pesar del esfuerzo de una docena de empresarios jóvenes la situación no remonta ni parece mejorar.
¿Cuáles serán los peligros de 2012? Los mismos de siempre. Un joven que no actúe con prudencia puede acabar sus días en las carreteras, aunque han mejorado mucho (a un alto precio para la integridad de la isla, pero esto ya es otro tema).
Otra constante es el despeñamiento por los balcones o tirarse desde las alturas. Balconing maldito.
Hemos visto el peligro del mar: hay peligro de morir ahogado.
Y finalmente el abuso de drogas y la sobredosis.
Habrá algún factor más, pero hoy los británicos saben que el mayor peligro que corren en Ibiza lo encuentran en ellos mismos o en otro inglés que va tan pasado como él. Es inútil enseñarles videos, darles sermones, a estas alturas quien no sepa navegar puede tener algún percance inesperado, pero no sobra remarcarlo: Ibiza es un sitio muy seguro. Pero tentar a la suerte puede tener un alto precio.