sábado, febrero 04, 2012

Turismo gay



Dice alguien en Fitur que el turismo gay va de capa caída en Ibiza. No lo creo, bueno, puede ser en la medida en que vaya todo el turismo en general. O quizás haya quedado absorbido y tapado por este súbito ascenso del turismo de casi un 10 por ciento en 2011.
A mí me interesa mucho lo que se diga en Madrid, bastante más que lo que se pueda decir en Barcelona, Cangas de Onís o en Castuera, por ejemplo.
Pero Madrid no es la puerta del cielo del turismo en Ibiza, ni siquiera del turismo gay, y lo digo sabiendo que hoy la capital de España es uno de los enclaves preferidos por los homosexuales de todo el mundo. El turismo gay desea detallitos, dice ese alguien. Como todos.¿Querrá un traje de primera comunión en pantalón corto, ramilletes de violetas, que se les reciba con las melodías de Sara Montiel? Miren, lo dudo, a pesar de que lo digan en Madrid.

El turismo gay de Ibiza es muy internacional y lo es desde hace más de treinta años. O cincuenta: que no lo sepan estos promotores de Madrid no les exime de su cumplimiento.
Además, el turismo gay, detallitos folclóricos al margen, tiene una deuda de gratitud con Ibiza desde los años 60, cuando ser homosexual en España no siempre suponía una ventaja, más bien todo lo contrario.
En Ibiza no sólo se les recibía con indiferencia, sino con la atención debida a su talento o conducta. Los bares dedicados se fueron abriendo después, hasta tal punto que algunas calles y zonas de puerto más parecen un gueto voluntariamente asumido. Pero jamás nadie se ha extrañado. En Ibiza se han encontrado cómodos, en una masa donde se mezclan tipos y gente de muchas procedencias.
Yo siempre lo he dicho: ¿Cuál es el secreto del éxito de ibiza? Que se mezclan todos los estilos en uno, en una especie de crisol, de magma social del que nacen iniciativas no siempre felices, pero en cualquier caso dignas de intentarse. El fracaso de Ibiza (y a veces pienso que está muy cerca) se aproxima cada vez que se intenta crear una zona para alemanes, para discotequeros británicos, para gays, para gitanos, para ibicencos, para gordos, para españoles, para... yo qué sé. La fuerza de Ibiza está en su mescolanza creativa.

Tiene razón en algo esa voz de alerta que nos llega desde Fitur: hay muchos mercados en todo el mundo que pretenden hacerse con el turismo gay.
Aparte de los ya conocidos, aparte de que hay sitios muy buscados en todo el mundo, sobresale un destino que ya supone una competencia muy seria: Tel Aviv, Israel. El mismo Israel al que prohibieron su participación en Madrid en una de esta caravanas de carrozas que organizan de vez en cuando. Tel Aviv es uno de los lugares mejor valorados por la comunidad gay, según un reciente sondeo de American Airlines y la web Gaycities. 
Y también es cierto que hay que cuidar con esmero a todos nuestros turistas, sean cuales sean sus preferencias o sus tendencias. Ni una discriminación, ni siquiera positiva.