miércoles, agosto 03, 2011

En Formentera no había heroína


Aunque algunas veces yo he sugerido lo contrario con cierta ligereza o con cierta ironía, cuando hoy me preguntan por Bob Dylan en Formentera no tengo más remedio que dar mi opinión. No, jamás estuvo en Formentera y creo que tampoco en Ibiza. Fue bonito mientras duró el bulo, pero nada cuadra ni nadie lo vio. Aparte de los datos que daba en mi anterior artículo, consulto una vez más la memoria histórica de Clive, una auténtica radiografía a la hora de recordar rostros y nombres, además de un lector asiduo de la prensa inglesa.

Clive no recuerda a Bob Dylan en Ibiza, a otros mucho sí, pero no al cantautor americano. Dylan ya era muy popular, era conocidísimo. De haber estado en la Ibiza del 66 o del 67 no habría pasado inadvertido, porque el puerto comenzaba a estar repleto de norteamericanos, precisamente los mismos jóvenes que protestaban en Estados Unidos y que conocían a Bob hasta con los ojos cerrados.

Hay más argmentos en contra: Dylan estaba sufriendo un proceso creativo que le causaba dolor y molestias y acabó por alterarle la personalidad. Desde que incorporó la guitarra eléctrica muchos de su seguidores le llamaron traidor, Judas, suspirando por la pureza acústica de la música folk. En el Festival de Newport de 1965 el asunto pasó a mayores y Dylan rompió en llanto, aquello fue la puerta de entrada a los sótanos del infierno. Hoy se sabe que comenzó a pincharse heroína, bebía alcohol y rehuía los encuentros sociales. En 1966 se habla de su accidente de moto, pero es un auténtico misterio, que parece servir de coartada a su retirada mientras se desintoxicaba en Nueva York. Estas notas inéditas están recogidas en unas declaraciones al amigo y biógrafo Robert Shelton. Dylan incluso pensó en la idea del suicidio, pero pudo salir del foso.

De manera que si hubiera seguido drogándose, hubiera tenido problemas de aprovisionamiento en Formentera. En 1965 apenas había heroína en las Pitiusas, y era poco probable que Dylan trajinara para su propio consumo. Peor aún para Dylan si lo estaba abandonando, porque en Formentera no había casi conocimientos para el tratamiento ni era un ambiente muy proclive a la sobriedad ni a la parquedad.

No, Bob Dylan jamás estuvo en Formentera. Podríamos estar durante cien folios narrando sus trabajos en NY o sus conciertos, sus fechas. Ninguno cuadra con un viaje a Formentera o a Ibiza. Ninguno de los testigos de la época lo vio jamás. El único testimonio, atribuido a Pío Tur, es una simple confusión, porque Robert Allen Zimmerman (Bob Dylan), que entonces hubiera tenido 26 años, jamás estuvo en nuestras islas.

La búsqueda de estos datos al menos me ha refrescado la memoria. ¿Cuándo se inició el consumo de la heroína en Ibiza? Me gustaría reproducir un fragmento de Juan Carlos Usó en El Viejo Topo de septiembre de 1997: «Así, por ejemplo, la autora de un extenso reportaje sobre «la gran amenaza» de las drogas en las Baleares afirmaba en 1968 que en Ibiza «es casi imposible encontrar heroína». De hecho, la primera intervención policial contra el consumo del opiáceo en España tuvo lugar a finales del verano de 1971 en Formentera, donde agentes de las fuerzas de seguridad detuvieron a tres jóvenes adictos franceses (...), a los que se les incautaron 35 gramos de heroína».

A partir de 1973 ya fue una plaga que se llevó por delante a mucha gente, extranjeros de momento. Pronto se engancharían muchos jóvenes ibicencos.