sábado, julio 16, 2011

Talar no es deforestar


Talar pinos, esponjar el bosque no es equivalente a deforestar, ni arrasar zonas para crear desmontes y calveros donde instalar obra fija.
No me cabe ninguna duda de que si el Consell de Ibiza decidiera emprender una campaña de esponjamiento, no faltaría quien intentara valerse de la coyuntura para ir pelando zonas donde incrustar algún tipo de obra. Craso error, los servicios de inspección están para esto, han de trabajar a destajo y con eficacia.

Cuando me refiero a esponjar el bosque quiero decir vaciarlo de masa combustible, librarle de biomasa que forma una auténtica bomba en caso de incendio. No pasen cuidado: nadie conseguirá exterminar nuestro hermoso pino pitiuso (aunque tiene un enemigo poderoso, la oruga procesionaria, pero sería peor el remedio que la enfermedad) ni empleando al máximo todas las posibilidades. Incluso rebajarle ahora el nivel de ocupación será muy difícil y será costoso. Y es imprescindible: fuera de las feixes el pino.

Casi me he irritado al leer que el Consell autoriza a cortar los pinos quemados, como si fuese una concesión graciosa y paternalista. ¿Quién va a perder su dinero, su tiempo y su salud cortando unos pinos de los que apenas puede aprovechar nada? Si el bosque ibicenco está bajo el manto protector de lo público, que pague también algunos gastos –todos no lo sé– el dinero público.

Creo sinceramente que tenemos que usar estos los pavorosos incendios de Sant Joan para reflexionar un poco. El pino es en las dimensiones actuales un auténtico peligro mortal. Como lo es la existencia de viviendas en el interior del bosque. No puede autorizarse ni una sola vivienda más en esas zonas, digan lo que digan los tiernos lobeznos del PP.

Ibiza es un gran acumulador de energía, como no lo hay en ningún sitio del Planeta: mar, mareas, vientos dominantes, mucho sol y... biomasa en una cantidad impresionante. Pues bien, lo estamos despilfarrando todo, y solo consumimos lo que nos viene del exterior: energía, gasolina, alimentos, etc. En esto no somos prudentes ni inteligentes.

Esto tendría que cambiar, pero con la actuación desde arriba. No me estoy refiriendo a una acción individual y muy respetable de los perroflautas. Ibiza tiene que apostar fuerte por sí misma. Plantas de reciclaje de biomasa, mayor aportación natural (rebaños de cabras, muchos rebaños de cabras).

Y hacer el experimento que expliqué el otro día: diseñar un PER pitiuso, en combinación con el Gobierno de España y atacando racional y sistemáticamente las zonas más susceptibles de sufrir y propagar otro gran incendio, con la planificación de los profesionales, de los payeses y de quien quiera aportar ideas iniciales a una mesa común. Pero hay que actuar ya. Ayer era tarde.

Repito: no me refiero al diseño de una red de cortafuegos (que también, pero solo sirven para incendios en su estadio inicial y en días especiales), sino a una auténtica labor de vaciado de los bosques, a la tala racional e incesante de pinos adultos (o no).
La gestión de los bosques pitiusos se ha demostrado peligrosamente inoperante en los últimos 30 años. No hay ningún motivo para seguir así, y hay muchos para emprender nuevas iniciativas, usando más imaginación que un dinero que siempre será escaso.