En Ibiza notamos desde mayo los beneficiosos efectos de las desgracias ajenas, caso de Egipto y Túnez, a los que habría que añadir tal vez la propina de Grecia, un mercado muy fuerte que se ha resentido de la gran crisis económica y social, financiera además, que ha convulsionado algunas zonas del hermoso país.
De manera que Grecia empezó a mandar a España a sus turistas rebotados, y nunca mejor dicho. Imagino que Ibiza ha podido ser uno de los destinos directamente beneficiados. Si es así, ¡gracias Grecia!
Pero ni una palabra más podemos añadir: el aumento del turismo no es a causa de nuestras mejoras en los hoteles ni en el urbanismo, no es a causa de unos precios asequibles (más IVA, energía más cara, inflación excesiva) ni por una amabilidad palpable (se acabó la relajante tertulia fumando unos pitillos o un cigarro). Tampoco es por la promoción del Consell ni del Govern, por mucho que se utilizara este argumento preelectoral.
Nuestro bagaje no es muy brillante. Ha aumentado el número final de turistas, pero las previsiones que hizo el lobby Exceltur a comienzos del año han quedado obsoletas porque fueron triunfalistas en exceso. La explicación es que el turismo nacional se resiente de la crisis prolongada, profunda y empecinada en permanecer, por muchos conjuros que vaya soltando el disparatado ZP.
Pero en resumen, el 2011 será un buen año turístico, con un crecimiento previsto del 2,2% , muy superior al crecimiento oficial del resto de la economía, que es de un 0,8 (muchos pensamos que incluso es mucho menor, pero eso es otra tema). El turismo vendría a significar una aportación tres veces superior al del resto de nuestra varada economía, muy averiada.
Durante el segundo trimestre se ha producido una desaceleración, como resultado de una contracción general de nuestra economía. ¿Cómo habrá afectado a Ibiza y Formentera? A Ibiza segurísimo. No hay que confundir el desfile de famosillos, de deportistas y de starlettes que vienen a sacarse la foto con un contingente turístico de envergadura, que es el que tiene que llenar nuestras plazas turísticas.
José Luís Zoreda, de Exceltur, ha confirmado que el turismo seguirá siendo el motor de nuestra economía, pero con un decrecimiento progresivo así como pasen los meses.
Es de suponer que las plazas de nuestros hoteles rurales estarán plenamente ocupadas en julio, agosto y septiembre. Y que el turismo internacional seguirá acudiendo a Ibiza como destino sustitutorio y alternativo. Pero el turismo nacional no se mueve. Estamos sumidos en una situación extraña, defensiva, miedosa ante la llegada del otoño.
Tiempo habrá de revisar los datos más adelante. De momento disfrutemos del ferragosto.