miércoles, abril 20, 2011

Un desfase continuado



La vorágine poblacional de las Pitiusas es de difícil gestión y de casi imposible digestión, lo sería aun disponiendo de un abundante presupuesto, al estilo de las diputaciones vascas. Imagino que alguna vez habré sido injustamente duro con algunos políticos que se han visto abocados a responsabilidades irresolubles por escasez flagrante de medios. De dinero, vaya, dinero e instalaciones.

Pero la crítica periodística ha de ser continuada, sin bajar la guardia, porque tengo la impresión de que nuestros políticos no consiguen explicar en Palma, Madrid o Bruselas las cosas con la suficiente contundencia. Muchos de ellos es como si temieran ser incómodos a la jefatura, cuando han de ser un pedrusco en el zapato. Los servicios reales en educación, sanidad, infraestructuras y servicios básicos siempre van muy por detrás de las auténticas necesidades. 

Así Ibiza ha sido siempre una gran vaca a la que ordeñar y por regla general ha dado mucha leche aunque la calidad de los pastos (¡y del pastor o del ganadero!) haya sido ínfima. Sobre el caos global de la isla han volado no pocos buitres que han conseguido sacar tajada de un funcionamiento amazacotado, imprevisible y temporero.


 Basta pensar en el transporte de personas y mercancías por barco, pero también en líneas regulares, basta pensar en unos cuantos negocios nocturnos que se han hecho los amos del turismo lúdico de las islas y de otras pequeñeces. El lema ha sido siempre el mismo: que lo importante no se solucione, porque yo llenaré las necesidades urgentes y de paso me quedo con una extraordinaria plusvalía. 


Ni el PP ni el PSOE han solucionado eso, simplemente porque no les interesa. En octubre de 2010, UpyD lo explicaba mejor que yo:
«La falta de infraestructuras adecuadas para la carga y descarga de contenedores en el muelle de Palma, unas carencias que han expulsado de la competencia a aquellas navieras que trabajan con buques porta-contenedores. Esta falta de infraestructuras de la que es responsable la Administración se ha concertado casualmente con la adopción por parte de Acciona y Balearia de una fórmula de transporte que las hace innecesarias. Las dos navieras transportan en la bodega de sus ferries de pasajeros los contenedores sobre una plataforma rodada (camión o remolque) y obligan a que cada contenedor deba embarcarse incluyendo la cabeza tractora para evitar las manos portuarias o estibadores. Aunque se ha evitado la tradicional conflictividad asociada a los estibadores, lo cierto es que la falta de grúas, de zona de inspección de aduanas, de zona para mercancías consolidadas entre otras carencias portuarias, hacen inviable que cualquier naviera que trabaja con buques porta-contenedores quiera desviar, crear nuevas líneas o servicios de carga en los puertos de Baleares, lo que quebraría el monopolio, aumentaría la competencia y abarataría precios». 

Pedro Palau, a la sazón presidente del Consell Insular, reconocía el fenómeno en 2007. Y los demás también. Las Pitiusas sufren un desfase permanente y continuado. Cuando se consiguen los fondos para invertir, la población real ha vuelto a aumentar significativamente, de manera que los servicios recibidos nunca están en justa proporción. Como si Ibiza fuera un sitio excelente para pagar, pero a la hora de recibir compensaciones, somos los eternos olvidados.