domingo, enero 27, 2008

Tiempos crudos, canciones guarras y crisis

¿Qué sabrá Francesc Antich sobre las futuras entradas de turistas? Se supone que tiene que darnos moral a todos y anticipándose a las consignas del PSOE (no pasa nada, España es un paraíso) nos explica que este crac o crash de la bolsa mundial no afectará al turismo este próximo verano.

¿Qué sabrá Antich?

Lo bueno del caso es que, aunque lo supiera, no lo diría o diría todo lo contrario. Socialistas, amigos. Así son.

En parte tiene razón. La bolsa sigue su lógica irracional aparte, pero en la economía real nuestros dos grandes proveedores de turistas (Alemania y Reino Unido) van muy bien. Alemania ha mejorado mucho y los ingleses se defienden de una forma continuada desde hace tiempo.

Pero lo que calla el amigo Antich es que Ibiza recibe a muchos españoles. Y España es el país del mundo más endeudado. El español sí que está sufriendo ya en su piel los efectos de la bolsa, de la hipoteca, de la inflación, etc.

De manera que Ibiza verá muy menguada la presencia hispana de turistas. En cambio las calles de Ibiza serán invadidas por una legión de parados inmigrantes con cara de muy mala leche, a los que se sumaron miles de españolitos que vienen a trabajar a la isla durante la temporada. Y no encontrarán trabajo.

Me arriesgo al hacer esta previsión, pero es que no se pueden dejar flotando las tonterías socialistas un mes antes de las elecciones.

Más divertido me ha parecido el episodio de nuestra canción guarra, picante, ‘Anarem a Sant Miquel’ que un coro de dulces angelitos pretendía cantar en el interior del templo.

Bueno, la canción no es para tanto, pero es cierto que el interior de una iglesia no es el lugar más apropiado para explayarse, aunque las señoras sean de San Miguel, que es mi pueblo de nacimiento, aunque San Antonio me adoptó.

El párroco, don Vicent Pins, es hombre sensato y liberal, no es un meapilas como hay tantos en la Iglesia. Sería redundante explicarle cuando él mismo lo ha hecho tan bien.



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