sábado, enero 26, 2008

En el límite: quizás sí o quizás no


Ya verán cómo pasarán los fondos de ayuda europea y la isla de Ibiza quedará una vez más sin las estaciones marítimas, sin un puerto moderno y funcional, sin un aeropuerto seguro, flexible, moderno.
Una vez más Ibiza siempre antepone cien problemas a una solución.
Los planes de esponjamiento, de embellecimiento, de reforma interior, de cohesión y de infraestructuras han ido pasando y la isla, sí, cierto, ha instalado una depuradora o una potabilizadora (se cuenta que con tecnologías ya obsoletas), pero nadie podría afirmar en su sano juicio que esta isla está preparada para recibir dos millones de turistas en tres meses, como ocurre ahora.
Cómo serán los veranos -yo no lo sé, porque ya ni me acerco- que incluso en invierno van reventando las tuberías de las alcantarillas, viales y canales de agua, etc. ¿Cómo es posible que se trabaje de esta manera?
Observo con atención estas plataformas que hablan de límites, de pantalanes y de cosas mil. Pero bueno ¿no acaba de haber elecciones? ¿Por qué no se han presentado estos grupitos minoritarios a las elecciones con un programa claro, breve y contundente?
Yo les conozco personalmente y en general les considero gente sensata. ¿De verdad alguien piensa que la actual Ibiza está al límite? ¿Entonces por qué se permiten cuatro o cinco mil plazas residenciales nuevas cada año?
Seamos conscientes de algo: los actuales puertos de Ibiza son inexistentes. No hay puertos industriales. Nos apañamos como en todo; como podemos y deseando que llegue octubre.
En este momento vienen algo así como dos millones, ya digo, amontonados en los meses de julio, agosto y septiembre. Y lo que es peor, vuestro ayuntamiento Progre y el Consell Progre siguen dando licencias de construcción. Eso no para nunca.
Estos dos millones de guiris empastillados quieren ir a las playas en una isla donde no hay playas (son poéticas calitas repletas de hamacas), quieren ir a 140 en una isla embotellada de arriba hasta abajo. Quieren comer a la misma hora. Quieren tomar su pastilla y su agüita en los mismos centros lúdicos....
¿Al límite? ¿Entonces por qué nadie los pone? Al contrario, vuestros progres se van a Londres a buscar más clubbers. Han llegado hasta la China. Pero en Ibiza no resuelven los grandes problemas de infraestructuras. Hemos dejado pasar todos los trenes. Al final lo harán mal y carísimo.
Acaben el puerto, el aeropuerto, las estaciones, las potabilizadoras, las depuradoras y déjense de cuentos y de informes (ay, esas Malesas, Filesas, Time Export, etc.). Al límite, sólo nuestros nervios.

Regreso a Mariano Digital