miércoles, junio 04, 2014

Somos un patrimonio muy arcaico

Somos muy viejos, ancianos, arcaicos, somos gente de piedras venerables que han visto correr aguas tumultuosas bajos los puentes, hemos visto como las riadas se llevaban los puentes y arrancaban algunos árboles frutales.
Hemos visto la bahía de Ibosim roja por las aguas arrastradas, como rito de sangre propiciado por Baal, nuestro padre protector supremo. Tanit solo era un reflejo de Baal. «Tanit, faz de Baal». Qué genio.
Hace unas semanas disfruté con un breve reportaje sobre los orígenes de Ibiza ciudad, Vila, como todavía decimos en latín (villa-ae:aquí hablamos latín desde los primeros siglos de nuestra historia, junto con el fenicio-cartaginés).
Los ibicencos (Formentera va conjuntamente) no somos unos ´sin papeles´ Sabíamos que Ibosim se fundó 160 años después de Cartago y ésta lo fue en el 814. Es decir, por tradición literaria obtenemos el 654 antes de Jesucristo, que tanto utilizamos. Es muy posible que antes de los cartagineses ya hubieran llegado sus abuelos del otro lado del mar, de Tiro, de tierras fenicias. Ibiza tiene mucho de fenicio entre tanto material cartaginés.
¿Se establecieron en lo que pudiéramos llamar una ciudad? Sa Caleta parece indicar que sí, pero entre las lluvias torrenciales que les llegaban por la espalda y el Levante que les venía siempre de frente no acababan de estar convencidos. Y probablemente cambiaron de piso y se trasladaron a lo que hoy es Ibiza. Es una de las primeras mudanzas de la historia. Hicieron bien en moverse.
Y aquí iba: los restos hallados en toda Dalt Vila confirman con pedruscos lo que sabíamos por documentos. Así que tenemos la arqueología y la historia para basarnos. Y lo estamos en una gran base que crece hacia el vértice pues vivimos en una pirámide a la que llamamos Dalt Vila. Somos gente con base y documentada.
Ibiza es una de las siete ciudades más antiguas de España, decía el reportaje. Sí, de lo que se infiere que somos una de las ciudades más antiguas del mundo de las habitadas sin interrupción. Nos ganan Benarés, la Lisboa fenicia, Atenas, Jerusalén, Tiro y algunas más.
En España (Hispania) solo Huelva, Sevilla, Carmona (Sevilla), Cádiz, Málaga, Almuñécar (Granada) y Adra (Almería) pueden competir con la arcaica Ibosim. Así que si miramos al futuro quizás seamos poca cosa, pero si nos atenemos al pasado somos gente de peso, gente anclada, con centro de gravedad consolidado. Vengan vientecillos nacionalistas ahora.