De la mar el mero y de la tierra el cordero. Nos gusta
hablar del mar, porque nos deja mucho dinero, da cobijo a los
turistas veraneantes y porque tiene sorpresas muy agradables.
Pero desde hace unos años, el mar nos devuelve como un
espejo la imagen de suciedad que nosotros mismos hemos creado. Las
medusas ya empiezan a suponer un problema. La pesca es cada vez más
esquiva y en verano se han instalado por arte de birlibirloque unos
artefactos que emiten unos ruidos que se oyen toda la noche desde la
costa.
Los party-boats no son sitio adecuado para organizar
discotecas. Son recintos cerrados muy peligrosos en condiciones de
masificación y excesos ingeridos sin control. Es cierto que en Ibiza
parece caber todo, pero nadie ha autorizado a rentabilizar el
excedente dentro de barcazas que suponen cuanto menos una molestia,
incluso un peligro en potencia.
Afortunadamente la policía de Ibiza efectuará
controles sorpresa para sopesar los decibelios. Gracias por el
detalle, pero si apenas saben hacer pruebas de sonido en bares
estáticos ¿cómo van a realizarlas en barcos que se van moviendo de
un sitio a otro?
Los problemas ya nos vienen hasta del mar. Hubo un
tiempo en que algunos residentes de quejaban de los disparos de los
cazadores, de la huella sonora de los aviones del aeropuerto o de las
explosiones de dinamita de las canteras. Cuando parecía que habíamos
estabilizado estos problemas, nos hemos inventado los barcos
discoteca. Cui Prodest ¿A quién beneficia? Yo solo sé que en los
aviones no mandan las autoridades de marina, ni en los barcos mandan
los directores del aeropuerto.
Otras explosiones más contundentes serán las de las
prospecciones petrolíferas.
Parece que sí, que en Ibiza cabe todo. Todas las mafias
del universo, todos los disparates concebibles.
Con paso firme, aunque sea sobre las aguas en pleno mar
de Ibiza, veo que las prospecciones se llevarán a cabo. En Canarias
ya se ha acabado la ceremonia de la confusión y están en ello. En
Baleares también están previstas y nadie va a anularlas, a no ser
que un informe de impacto ambiental pueda bloquear la iniciativa. Lo
dudo.
En Canarias las prospecciones están a una distancia
media de 50 kilómetros, pero en Ibiza no estará a más de 20 y en
algunos puntos a 9 km de la costa. Distancias relativas a Baleares y
ya no temo las de Cairns Energy. Las que me dan miedo de verdad son
las de Spectrum, con licencia solicitada en una zona que engloba todo
el Este y Sur de Baleares, por supuesto, incluso por debajo de
Formentera. Conociendo los vientos dominantes de Levante, estas son
mucho más preocupantes. ¿Solo medusas y derrames? Seamos
optimistas.
@MarianoPlanells