sábado, mayo 10, 2014

La eco-obsesión socialista: más impuestos

Los socialistas vuelven a remover los sacos de algarrobas y la cabaña empieza a bramar pidiendo la cena. Aunque ahora el PP se comporta peor que los socialistas y nacionalistas o que los comunistas en materia fiscal, es conocida la voracidad socialdemócrata. Siempre quieren poner más impuestos. Son buenos en el argumentario que les sirve de justificación: inversión en promoción turística, conservación natural, ayudas sociales en la actual crisis, muchos otros sitios lo hacen. Bueno, el caso es que ni los socialistas ni los populares cumplen nada de todo esto y el dinero recaudado iría a cualquier capricho o despilfarro de última hora.
Cuando nuestro Gobierno recorte un 30% sus presupuestos anuales (qué menos, en estos tiempos de déficit y deudas acumuladas) entonces que empiece a hablar de proponer nuevas tasas e impuestos. Cataluña ya aplica la ecotasa o tasa turística, porque la copió de Baleares que la introdujo desde mayo de 2002 a octubre de 2003. Llegó Jaume Matas con sus humos ambientales y un estilo que acabará por llevarle a la cárcel y la derogó. ¿Funcionaba? Sí, funcionaba, tanto que entusiasmó a los derrochadores nacionalistas y socialistas catalanes. Ahora la aplican con verdadero deleite y los socialistas baleáricos sienten nostalgia del impuesto y pretenden volver a implantarlo.
Como es de suponer, los hoteleros se niegan en redondo. No quieren más aventuras y más cacicadas, y no les falta razón. Porque cuando Matas anuló la ecotasa introdujo una tarjeta verde que a la postre solo ha resultado un derroche imponente para el contribuyente. La ecotasa funcionó y estaba recaudando, además era legal, según sentencia judicial. Los partidarios de la ecotasa piensan que falló porque era una mala época, sin pensar que siempre es mala época para gravar a los consumidores.
Yo pienso que el mayor defecto, como casi todo en Baleares, es que no estuvo consensuada. No es de recibo que cada vez que cambiamos el color del gobierno, salten por los aires muchas iniciativas tomadas por el gobierno anterior. Hay muchos asuntos que se han de consensuar. Los políticos están para esto, para hacer política, no para forrarse con las comisiones ni para vivir a lo grande durante cuatro años de feria donde el despilfarro nos deja desplumados y desconcertados.
Espero que las decenas de juicios pendientes vayan haciendo reflexionar a algunos. A muchos ya se sabe que no. Y cuando tengan los mecanismos de control de cuentas, unos y otros se sometan a sesiones de trabajo para llevar el tema a buen puerto. Ahora es mala época: las tasas portuarias y aeroportuarias, la subida del IVA y de los impuestos especiales aconsejaría no sumar más conceptos a la factura.
Pero la mía es una opinión como cualquier otra. El tema, ya digo, ha de trabajarse.