sábado, mayo 17, 2014

Barbet Schroeder vuelve a casa






El creador siempre vuelve al lugar del crimen, o al lugar donde alcanzó un clímax singular en su ópera prima, y esta fue ´More´. Y si además es cierto que su madre vive en la isla –cosa que yo ignoraba– es comprensible su revisión autobiográfica y un regreso a los orígenes. Entiéndanme en sentido amplio. Barbet Schroeder tiene grandes fundamentos en su vida profesional, con una sólida formación en lo mejor del cine francés del siglo XX, es decir, tiene una gramática propia formalizada. Además tiene una fecunda experiencia como director y como productor. Y por si fuera poco, conoce la industria del cine en Europa y en Estados Unidos. Y 73 años, una edad magistral.
Y sin embargo, el creador regresa al lugar donde rodó ´More´, una obra que le catapultó al mundo, con una polémica tras otra, con ataques de la censura y con un reguero de críticas. Ha vuelto a una islita entonces todavía olvidada que sólo llevaba diez años con una pista aeroportuaria abierta al turismo internacional. Acabo de verla otra vez. Está en Youtube, al alcance de todos: (http://www.youtube.com
/watch?v=ZSVemwIGykk). Como siempre, uno teme que la cinta haya quedado desfasada, pero no, he resistido las casi dos horas con placer y todavía me pregunto el porqué. La historia ya es conocida, pero se la resumiré sin destriparla: un joven alemán licenciado en matemáticas decide quemar todos los puentes y escaparse a Fez (Marruecos). En autoestop llega a París donde queda hechizado por una delgada rubia americana (la actriz Mimsi Farmer). Quedan en Ibiza en casa de un nazi (un nazi nunca es ex y los escondidos en Ibiza todavía menos) Y aquí comienza propiamente el drama. No les cuento más.
A los ibicencos nos extrañan los saltos de imágenes y de paisajes, pero hay que entenderlo, la película iba dirigida a todo el mundo y consiguió su objetivo.
La interpretación de los actores es muy pasable, la selección de paisajes es inteligente y acertada, y ahora voy a decir dos factores que continúan fortaleciendo este metraje: la fotografía del maestro Néstor Almendros y la música, de Pink Floyd, un álbum memorable. Ahora mismo lo tengo de fondo. Soberbio. Muchos ibicencos de la época quedaron horrorizados cuando vieron Ibiza imbricada en la historia de sexo y drogas, una riada de drogas que casi aburre, pero en la época fascinó a la audiencia. Sale el todo Ibiza, las terrazas, los caretos, las costumbres, el cuelgue cósmico que condujo a muchos al suicidio. Y el film se sostiene, 46 años después.
Felicito a Barbet Schroeder y espero que en esta nueva incursión su pulso no se haya reblandecido. Me gustaría conocerlo para contarle unas cuantas cosas. Y a quienes me leen, si tienen alguna opinión, consulta o crítica, les invito a usar mi Twitter. En un simple folio no se puede expresar todo. Aquella película, lejos de dañar Ibiza, la potenció aún más y la base argumental no exageró en absoluto. La droga vino a Ibiza para quedarse, como ´More´.