miércoles, marzo 06, 2013

Turismo 2013 o no te rías que es peor

Acción en el Metro de Moscú: ya se preparan para irse de vacaciones a Ibiza

Mejor no cantar victoria antes de tiempo. «No diguis blat que no estigui dins es sac i que no estigui ben fermat». O sea, no le llames trigo hasta que no esté en el saco y el saco bien cerrado. Hablo de las previsiones turísticas triunfalistas que van cayendo sobre el ánimo de los pitiusos, tras los éxitos sugeridos en las ferias al uso. Claro que tenemos derecho a constatar unas previsiones optimistas, yo mismo he hecho lo mismo en estas notas. Vivir en la eterna desgracia se hace mucho más insoportable. 
Pero cuidado, echemos mano de la memoria, que para algo ha de servirnos, y recordemos la inoportuna efusión de cenizas de los volcanes islandeses (y volverán a vomitar ya veremos cuándo), los estruendosos movimientos sociales que afectan a todo el mundo (a unos pocos para bien). No olvidemos la manía de las guerras. Grecia. Túnez. Egipto. Pestes porcinas o gripes aviares. Y como éramos pocos, acaba de parir la abuela Italia, con quienes compartimos Ebusus desde hace más de dos mil años y hoy mismo les hemos dejado Formentera en exclusiva para que se desnuden sus hermosas ninfas etruscas y romanas de abundantes senos. De manera que ya podemos ir elaborando un plan B para el caso de que nos acucie la barbarie o nos caiga una desgracia, que esto nunca se sabe. No nos confiemos.
Un repaso somero a la pizarra nos deja ante un buen verano, esta es la verdad: Gran Bretaña aguanta el temporal, por mucho que le afecte la crisis: Alemania ya da por descontado que su productividad desciende y que la crisis no se aleja, pero por suerte esto ya lo saben desde aquel 1989, año de la reunificación germana, y dan por sentado que los diez días de Mallorca o Ibiza (los menos) no se los quita nadie. ¿Y Francia? Mal ¿E Italia? Mucho peor que el 2012 ¿Y España? Un auténtico desastre. De manera que todos estamos a la espera del turismo ruso. No es difícil extraer algunas conclusiones de urgencia, aunque en Ibiza vivimos en una extraña burbuja, en la que el narco-turismo de drogas-música-discoteca ha expulsado al auténtico turismo que compartía la isla a lo largo de medio año. El turismo normal ya puede darse por perdido y no volverá mientras la isla sea una jaula de locos y de locas. Recuperar el turismo alemán será laborioso.
Formentera ha tenido un año para reponerse de la sorpresa que supuso la deserción del turismo italiano, y más les vale, pues Italia en algunas cosas está incluso peor que España. Cuando hablamos de desempleo, estamos diciendo pérdida de turistas, como no puede ser de otra manera. Los servicios públicos, como en nuestro país, están siendo recortados sin piedad. El poder adquisitivo se ha derrumbado. Incluso el Papa se ha largado, más asustado que cansado. 
No cantemos el aleluya antes de tiempo, no sea que acabemos entonando el réquiem antes de navidades.