miércoles, abril 04, 2012

Ibiza es indestructible, como el Titanic



Tengo una buena noticia: estos meses cumplo 40 años de periodismo. Comencé opinando en Es Diari, después vino todo aquello y lo otro de más allá y hoy sigo opinando en el Diario. Han pasado 40 años.
Por ello yo debo hacerles a ustedes un pequeño regalo: voy a intentar pintar de blanco lo oscuro y a poner un poco de optimismo donde hoy tenemos tanta desgracia.
Resumido: Ibiza es indestructible, aunque es machacable, mutilable, saturable, incinerable, encimentable y tal y tal. Si después de 40 años con todo lo que le han hecho seguimos vivos y seguimos aquí es que estamos ante un axioma: la isla es indestructible.
Ha perdido el aura, sí, se ha llenado de serpientes y otros bichos ponzoñosos, pero aquí sigue, como una barcaza reumática burlando temporales y piratas codiciosos. Son muchos los que han intentado acabar con Ibiza, pero al final ha sido Ibiza quien ha fulminado a sus enemigos.

Hoy tiene una infestación parasitaria, que son los pinares salvajes que han recobrado los campos antaño agrícolas. Bueno. Ya arderán estos pinos. No quedará ni uno.
Hoy tiene una monstruosa maquinaria capaz de alicatar las costas con piezas de cemento y de baldosas imitación del granito, puertos deportivos inútiles y carreteras de circunvalación que siempre están reventando. Da lo mismo: estos paseos marítimos saltan por los aires ante el menor embate equinoccial, que son los peores.
Tenemos un turismo bronco, como los toros de los rodeos de Texas. De momento los dominamos a base de química y si se ponen incontrolables siempre podemos contratar a unos cuantos vaqueros charros de Salamanca (que son los que enseñaron a los mejicanos y éstos a los tejanos) para que les tiren el lazo y los vayan amontonando en un autobús.

Pero hoy se cierne una oscura sombra tormentosa sobre nuestra isla: y no me refiero al señor de los anillos, de los campos de golf ni de los puertos deportivos.
Me refiero a las más que seguras extracciones de petróleo en la plataforma del Golfo de Valencia, en pleno Mar Balear.
No diga mar de Valencia, eso no existe. Existe el Mar Balear, mientras Cataluña no nos lo quite, que ya lo está intentado.
Leo en el Diario una página entera en la que organismos políticos, instituciones y partidos se muestran unidos, quien lo diría, para oponerse a la búsqueda de petróleo cerca de la costa. Todos en santa unión.
Por una vez que no hace ninguna falta la unión, van y se unen. Quiero decir que las prospecciones ya están hechas y las zonas de extracción están delimitadas. Y las obras van a ir viento en popa a toda mecha sin hacer ni puto caso a nadie. En Canarias y en el Mar Balear las plataformas de extracción empezarán a funcionar muy pronto. Y quizás ya hacen pruebas.
Pero bueno ¿no había una buena noticia? ¿Cuál es la buena noticia del 40 aniversario?
Pues... que no habrá accidentes, pero si los hubiera, Ibiza está protegida. Es indestructible. Claro que tendré que explicarme mejor. Será un placer.