miércoles, julio 15, 2009

Bolsas comestibles


Dado que todas las constantes de nuestra economía son desesperantemente bajas, estas bolsas fabricadas a base de fécula de patata en caso de apuro nos pueden servir de alimento.
Mi sarcasmo no disimula mis dudas con respecto a esta Operación Desembolso Formentera 2010. Es muy ecologista y es precioso esto de sustituir las bolsas de plástico por unas nuevas bolsas de féculas. La idea es atractiva, pero una vez más no se nos cuenta toda la historia, como no se nos cuenta la historia de la nueva estación de autobuses de Vila.
Como haría Mortadelo, hagámonos una pregunta: ¿quién paga estas bolsas? Pues… ¿quién va a ser? Usted y yo y todos con nuestros impuestos.
Para empezar no se nos dice que España ya va camino de cinco millones de parados oficiales y si se cierran las fábricas de bolsas de plástico pasarán cinco mil más de golpe. Somos el primer país europeo fabricante de bolsas de plástico.
Seguramente, el atolondrado Gobierno de ZP dio marcha atrás en su inicial proyecto de retirar las bolsas de plástico de los comercios de España en 2007 por esta misma razón. Una cosa es la muy respetable tendencia a gestionar los problemas con tecnología emocional, y otra muy distinta es dar de comer al hambriento.
Según el Plan Nacional Integrado de Residuos, en 2010 debieran estar prohibidas las bolsas de plástico de un solo uso no biodegradables que se reparten en comercios con cierta frivolidad. Ya son bolsas muy finas, que apenas soportan un simple uso. Pero esta previsión no se cumplirá.
Y en Formentera se hará un ensayo que tampoco funcionará, al menos en principio, porque el Govern balear ha aflojado la mosca, es decir que pagamos todos vía impuestos este ensayo tan ecologista como inútil, pero la solución ha de ser más global o no servirá de nada. Dice el consejero Grimalt que antes de dos años la medida se habrá extendido al resto de las Baleares. Lo dudo.
Conseguirán, eso sí, que además de este derroche inútil encima nos cobren la bolsa de siempre: cinco céntimos en Formentera. Pero que sepan que ya en 1997 yo pagaba dos por bolsa en los supermercados Dia de Barcelona. Hoy, Dia y Lidl cobran tres centímos en otra comunidad. No las he comprobado todas.
El intento es loable, pero no está reflexionado. Es probable que los casi 12 millones de bolsas anuales fabricadas en España tengan que desaparecer, porque ya suponen un problema ecológico y estético grave. Pero me temo que tendría que ser en las 17 comunidades españolas al mismo tiempo y facilitar el uso de otras bolsas de fibra, de mimbres, incluso de plástico más duradero. Y aun así aquellos comercios que quieran regalar bolsas de cortesía publicitaria debieran poder hacerlo, al menos durante un tiempo de transición. No es oro todo lo que reluce.

Diario de Ibiza