miércoles, diciembre 31, 2014

Prospecciones, sí pero no

Dos aparatosas plataformas de extracción de crudo en pleno Rio de Janeiro (Brasil)
No me sorprende que Exceltur, la asociación de los hoteleros, no se muestre abiertamente en contra de las prospecciones petrolíferas, porque ellos están obligados a poner una vela a Dios y otra al diablo. También tienen razón que es un asunto complejo y con matices. ¿Qué tema no lo es?
La verdad es que yo estoy en contra de las prospecciones en Baleares, pero me cabrea mucho que en el Atlántico, Marruecos saque el crudo y que nosotros nos quedemos con un palmo de narices. Vamos, que sería de tontos no extraer cuanto petróleo nos fuera posible.
Es la misma situación con la energía nuclear. El acomodaticio Felipe González se bajó los pantalones ante la ETA y los demás presidentes han seguido la política del avestruz. Patadón al problema o escóndelo bajo la alfombra y que lo solucione el próximo. Así han dejado el panorama de las eléctricas en España, donde nos están expoliando con mil triquiñuelas de leguleyo interesado.
España se está quedando sin centrales nucleares, mientras estamos comprando a precios amargos la electricidad a Francia. La energía que Francia genera con sus nucleares. Es decir, que somos tontos de remate. Porque si hubiera un accidente nuclear en el país vecino recibiríamos exactamente igual la radiación. O más.
También conozco los desastres del Caribe, el mayor vertido de petróleo de la historia, Deep Horizon, pero por contra en todo el Mediterráneo se está extrayendo petróleo con una seguridad –hasta ahora– a prueba de bombas, literalmente.
También conozco la situación de Río de Janeiro, porque la cuenta Daniel Lacalle en su último libro –cuando yo fui ya hace unos años no vi nada. O sea, hay plataformas de extracción a menos de dos kilómetros de las playas. Y no pasa nada o al menos no ha pasado nada hasta ahora. La auténtica basura que se acumula en las aguas litorales de la ciudad carioca no tiene nada que ver con el petróleo. Amancio López, presidente de Exceltur y de la cadena Hotusa se ve obligado a contemporizar, a diferencia de Abel Matutes Juan, que en su día se mostró contrario. No sé lo que opinará hoy. Esto sí, López no desaprovecha la ocasión de manifestarse en contra de la ecotasa, en base a que solo la recaudan los hoteleros y no todas las empresas que se benefician del turismo. El argumento es entendible. Yo tampoco creo que la ecotasa sea beneficiosa ni necesaria para nuestro turismo. Y menos tras las últimas subidas del IVA.
En suma, a lo largo del 2015 las pruebas de prospección se seguirán llevando a cabo para conocer al menos el alcance de los depósitos de crudo. Otra cosa es que a los baleáricos nos guste. No nos gusta, de hecho nos desagrada profundamente. Ya saca bastante dinero el estado de nuestras islas, a cambio de lo cual solo revierte miseria.