miércoles, enero 18, 2012

Una cosecha agridulce


Se dice que la suerte de la fea la guapa la desea. Ibiza, con todos sus defectos, ha sabido aprovechar la coyuntura internacional para recolectar una cosecha destacable, con un aumento del 9,62% con respecto al mismo período del año 2010. Con todo, Ibiza tiene sus características propias. Ha de adaptarse a las pautas externas (crisis económica en los países emisores, guerra y tumultos violentos en los países en competencia), pero sabe aprovechar los pocos recursos que le quedan (playas, discotecas, narcoturismo), superando todos los problemas que nos zarandean desde hace algunos años (fuerte estacionalidad, enorme dependencia del mercado inglés e italiano).

Leyendo la prensa nacional uno se sorprende de la fuerza de Ibiza, a pesar de todo. Por ejemplo, Extremadura, con más de un millón y cuarto de habitantes, acaba de perder todas las líneas aéreas de su único aeropuerto de Talavera, en las afueras de Badajoz. Hay pocos trayectos, pero eran muy útiles para llegar a Barcelona, Sevilla, Madrid y en verano hasta las Baleares. Pero Air Nostrum ha tirado la toalla.

¿Cómo es posible esta deserción? En realidad, cuando redacto este artículo, el presidente de la Junta, Monago, anuncia que para comienzos de marzo habrá otra compañía operativa con Extremadura. No dice cuál, pero suena a lógico. Y en Ibiza nos quejamos de la escasez de trayectos, claro que los isleños no gozamos de las magníficas autovías de los extremeños y nuestro discontinuo territorial es un mazazo para nuestra economía en general. Pero una isla de 150.000 habitantes, con una hibernación terrorífica y una estacionalidad insuperable, está bien servida, si nos comparamos.

Otro ejemplo anota este fenicio, para ilustrar nuestras peculiares ventajas y nuestras eternas desventajas. La imponente Ciudad de las Artes y las Ciencias cierra 2011 con 3,7 millones de visitantes. Esta grandiosa obra de Calatrava ha costado un riñón y parte del otro, pero ha puesto definitivamente a Valencia, una ciudad insulsa y ruidosa, otra vez en el mapa. Ha sido un inversión cuantiosa, pero será rentable. Para valorar estos millones de usuarios cabe compararlos con los 2 millones estimados de turistas que han visitado Ibiza. Con la salvedad de que la visita a los museos dura unas horas, mientras las de Ibiza duran varios días, una semana y ocasionalmente, dos semanitas.

Esta es otra paradoja de nuestro discontinuo territorial. El mar ¿nos separa o nos potencia? Las dos cosas, ¿no?

De manera que emprender en Ibiza es algo sui generis con muchas ventajas y muchos inconvenientes, hay que tenerlo muy claro. ¿Por qué empleo el adjetivo agridulce? Es dulce porque el crecimiento de casi un 10% es significativo, pero es agrio porque seguimos arrastrando graves deficiencias estructurales, y una de ellas es el demencial consumo de recursos, de territorio, de energía, lo cual ha sido claramente la causa de una pérdida abrumadora del apetecible turismo alemán.

Entre junio y noviembre de 2011 vinieron 567.138 británicos, 469.608 españoles y 284.835 italianos (DI, 6 enero 2012). ¿Imagina alguien que por algún motivo fallaran los británicos? ¿Tomará alguien nota de la enorme pérdida del turismo alemán?