miércoles, enero 11, 2012

Privatizar paradores

Las obras en el Castillo de Dalt Vla en lo que será el Parador de Ibiza (foto de Ibiza a pie de foto)




Una noticia y un rumor. La noticia es que Manuel Butler pasa a ser el director de Turespaña, en sustitución de Antonio Bernabé, que ha sido quien ha tutelado las obras azarosas y polémicas del Castillo de Ibiza.

¿Deseos para 2012? Que las obras recuperen el antiguo perfil que tanta personalidad ha dado a Ibiza en los últimos cientos de años. Y que Butler esté atento al transcurso de las obras y una vez respetados los importantes fondos arqueológicos las mantenga a buen ritmo.

El rumor es tan firme, tan insistente, que lleva visos de convertirse en realidad: El Gobierno de Rajoy sigue con su política de exprimir dinero hasta de las piedras. La idea de privatizar Loterías y AENA sigue en pie, por lo cual doy mucha credibilidad a otra opción que suena desde hace unos tres meses: Los Paradores españoles podrían pasar a ser privados. Para el PP no tiene sentido mantener un red de hoteles de titularidad pública.

Enseguida uno cae en la cuenta de que estos prestigiosos establecimientos hoteleros suelen estar ubicados en el seno de edificios históricos de gran valor artístico, que en su día fueron recuperados en costosas restauraciones por el Estado.

¿Puede un conjunto monumental o un edifico de valiosa entidad histórica pasar a manos privadas? Es evidente que no, no puede. Imagino que los especialistas en patrimonio y en derecho encontrarían una vía común de consenso, por ejemplo la tan consabida solución mixta, es decir titularidad mixta entre algún grupo privado y el Estado. Más aún, cediendo los derechos de explotación y de gestión a unos particulares, pero con una supervisión técnica del Estado, auténtico propietario del edifico y responsable de su conservación: 93 edificios magníficos, monasterios, castillos, conventos y palacios.

Salvado este escollo, lo realmente difícil es encontrar uno o varios grupos hoteleros que pujen por este pastelito..., un pastel que también tiene sus contras, cual es el elevado coste del mantenimiento.

La valoración inicial va alrededor de los dos mil millones de euros. Paradores cuenta con 4.300 trabajadores en distintas comunidades autónomas, excepto Baleares. 

El de Ibiza rompería esta situación, pero le queda mucho trecho para poder abrir puertas. En 2011, la red pública de hoteles dio cobijo a 1,4 millones de clientes, con un 60% de españoles a un precio medio de habitación de 97 euros.

Hay quien está en contra, precisamente porque no es el momento de desinvertir y en definitiva, la recaudación no sería significativa. La red de Paradores es un referente a nivel mundial, pero esto no siempre se traduce en un alto beneficio de caja. Además el conjunto de edificios no es homogéneo, y en algunos casos la propiedad está repartida.

La idea está en el aire y es muy sugestiva. A los ibicencos nos interesa que el Parador de Dalt Vila sea un referente de calidad, de prestigio arqueológico, histórico, en una isla donde la hostelería está consolidada hace décadas. Excepcionalmente, creo que el Estado ofrece mejores garantías, pero vamos a esperar.