sábado, octubre 31, 2009

Ya no se pueden prohibir los toros en Ibiza



El toro era o es el animal sagrado de Baal. Uno de los significados etimológicos de Baal es "toro". Los fenicios popularizaron y reforzaron el culto al animal totémico en tod el Mediterráneo.


Los progres de Ibiza están desolados: no se pueden prohibir los toros en Ibiza, porque ya los prohibió una ley de ámbito balear del PP en los años 80, de forma indirecta. Sí, fue el PP.
Si no recuerdo mal, cuando se derriba una plaza de toros ya no se puede volver a construir. Imaginan que es un avance social, pero ellos –progres y gente de diverso pelaje buenista– siguen atiborrándose de filetes de ternerita tierna, de costillitas de cordero y de solomillos de cerdo.
Con lo aburridos que son aquí los inviernos (la isla queda cada año más vacía y en barbecho) nada nos iría mejor que una buena campaña contra los taurinos, y de desprecio contra lo que los nacionalistas llaman ´fiesta típica española´, como están haciendo en Barcelona y en toda Cataluña.
Pero el prohibir una cosa demasiado pronto tiene eso de malo, que te privas del placer de prohibirla más adelante.
Y sin embargo.., en Ibiza se ha adorado siempre al toro, no sólo como símbolo de nuestro panteón fenicio-cartaginés, sino como ritual mediterráneo. Dice el gran intelectual Albert Boadella, un catalán universal que ha tenido que exiliarse de Cataluña, que una corrida de toros es un acto ritual, el único teatro mágico de verdad. No sé, pero quienes entienden viven una especie de ceremonia en clave en la que no puede entrar el neófito. Yo prefiero el rejoneo, el toreo a caballo.
Ibiza era demasiado pobre para el ganado vacuno. Los primeros bueyes de nuestra historia aparecen en el ´Liber Maiorichinus de rebus pisanorum´, que narra una de las etapas más terroríficas de la isla, cuando la cruzada catalano-pisana dejó media isla ardiendo y causó gran mortandad entre los pobres ibicencos, año 1114.
En Formentera encontraron dos bueyes y aquellos catalanes muertos de hambre ya los tenían rejoneados cuando un jefe se los arrebató con la excusa de que, siendo tiempo de Cuaresma, no podían comer carne. O sea, como siempre, se los zamparon los jefes.
¿Qué hacían dos bueyes en Formentera? Se supone que servían de animales de tiro y carga, pero eso es una suposición.
Yo he pensado que en Ibiza han existido siempre los toros.
En realidad los siglos oscuros de peste, hambre y ataques berberiscos no parecen muy dados al toreo, cuando apenas había animales para labrar los campos ni para el transporte o para la defensa.
O sea, que imagino que sería ya bien adentrado en el siglo XVIII cuando Vila puede ofrecer algunos festejos taurinos. De ello estoy mucho más convencido desde que leí el artículo de J.A. Torres Planells, en el Diario de Ibiza del 8 de mayo de 2005: ´Toros a Eivissa´.
Un artículo delicioso que debió atormentar durante mucho tiempo a los fanáticos anti-taurinos.

Diario de Ibiza