sábado, octubre 17, 2009

Las huellas del verano


Un verano extraño, irregular, salvo por los propios defectos que nos han dejado en la estacada del mercado turístico: los jovenzuelos. El turismo juvenil que viene por las discotecas.
Pero Ibiza pierde fuelle. En verano parece invadir la isla una especie de virus por el dinero donde las aguas minerales pueden costar seis euros o donde un taxi pirata puede dejarte en la cuneta si se encuentra en peligro de detención.
Insistir en todo eso no sirve de nada, simplemente constatar que las situaciones se han podrido y no se quieren solucionar. Y los turistas se van a otra parte, aunque la prensa amiga de forma voluntariosa presenta una Ibiza fastuosa con caras famosas y el glamour de la España cañí y marbellí.
Hace años, muchos años, que en verano quedamos a merced de la ventura: sin transportes públicos eficientes y accesibles, pero tampoco sin taxis suficientes.
Todo la isla sufre una transformación a peor, creando una locura de sobreprecios que afecta a todos los campos: alimenticio, ocio, restauración, playas, transportes, etc.
Pero, oh cielos, de repente surge una lucecita de esperanza. Quizás pidiendo más dinero a los empresarios para la Fundación Turística o creando unos cuantos observatorios turísticos (vestidos de blanco con gafas oscuras, the White-Men IBZ) ya se arregla todo.
Sólo nos falta pedir una pintura a cada artista y hacer la subasta de siempre. ¿Pero cómo se os puede olvidar tan magnífica idea?
«Hoteleros, Pimeef, CAEB y UGT piden un gran pacto para volver a las temporadas de seis meses», anuncia el Diario. Será eso, que llevamos 60 años de turismo sin pactar, descompactados. Si pactamos, todo arreglado, ya sólo nos queda pedir al Estado-providencia que los trabajadores de Ibiza sólo tengan que trabajar dos meses para cobrar diez meses de paro. Adelante, a Zapatero le encantan estas ideas avanzadas, progresistas, pactadas, de cohesión social. Que ZP arríe la mosca y vaya soltando los millones a Comisiones y a UGT para que sigan sacando más tripa.
Todo bien pactado, bien compactado, yo diría que casi encimentado: Deep Pact, Compact Pact IBZ-Mix.
Cualquier cosa menos enfrentarse a los problemas reales de la isla. Para cuando encuentren solución ya no quedará isla o nadie podrá tomar el sol para evitar el cáncer de piel.
La temporada no ha sido tan espantosa como se esperaba, dice una responsable un poco inconscientemente. A saber lo que esperaba. Los hoteles cierran casi un mes antes de lo previsto. Y las discotecas que podrían quedar abiertas (ya sabemos que la gente vendría de todo el mundo para llenar la isla en invierno) también cierran. Por hoy me lo tomo con cierta ironía, con la venia.
Diario de Ibiza