sábado, octubre 24, 2009

Turismo: alarma en el sector


El turismo en España está en grave peligro, tanto si observamos las cifras de ocupación de los últimos años cuanto si analizamos el impacto que presumiblemente tendrá la aplicación del nuevo IVA a partir del 1 de julio del 2010.
Nuestro turismo ha mostrado una gran vitalidad y a la hora de reciclarse ha demostrado que goza de medios y de flexibilidad. Ya superó la extraña subida del efecto 92, a pesar de una crisis galopante bajo la égida desnortada del socialismo felipista.
Unos diez años después, mal que bien se adaptó al efecto redondeo derivado de la entrada en el universo del euro.
Pero no sería realista negar que estas situaciones exigieron muchos sacrificios, pérdidas, rendiciones y liquidaciones terribles. De eso los ibicencos sabemos un rato largo.
En estos momentos, la planta hotelera de las Baleares está atravesando una fuerte competencia de países emergentes (que ya están bien asentados, podemos admitirlo) que venden el mismo producto pero con mejores instalaciones y a precios bastante más bajos. Esto también está constatado.
El turismo es un sector muy regulado, pero una vez garantizada la sanidad y los servicios, lo mejor es no inmiscuirse, dejarlo solo, toda vez que los ministerios correspondientes ya colaboran en la promoción.
Pues no, el derroche del socialismo zapateril es tan alucinante (y lo sigue siendo, sigue en cotas de gasto insostenibles, como ya se le ha advertido en los últimos años) que no puede prescindir de una subida de impuestos.
En la totalidad inmensa de agujero fiscal del Estado esta subida apenas significará gran cosa, porque ZP no ha tomado otras medidas correctoras ni las tomará, o eso parece.
Pero para la hostelería esos dos puntos de IVA significarán un fuerte varapalo y es muy posible que otra vez miles de comercios y de industrias queden varados en el camino, derrengados por una política inútil.
Zapatero se ha equivocado, eso no es ninguna novedad, ni rectificará a pesar de los durísimos alegatos de la Confederación Española de Hoteles y de Alojamientos Turísticos (Cehat), o de la mismísima CEOE; diversas agrupaciones y mesas del turismo, así como de los touroperadores.
En resumen se viene a entender que competir con los otros destinos mediterráneos donde no se aplica el IVA es casi imposible, y competir con los restantes países europeos que aplican un IVA reducido todavía es más difícil.
El turismo español se enfrenta a un debate en profundidad sobre su reestructuración, porque está en crisis desde hace años. Estas medidas fiscales no son más que otro clavo en la tapa del ataúd. Se avecina una escabechina de medidas difícilmente evaluables. Fácil deducción.