El día uno de julio de 2010 el IVA pasará del 16% al 18% y del 7% al 8% creando una situación de alarma roja en la oferta complementaria, en los establecimientos de Ibiza que ya llevan dos o tres temporadas ruinosas funcionando a duras penas y casi perdiendo dinero.
El golpe asestado a la hostelería de Ibiza será descomunal. Mucho menos para los hoteles, pero de todas formas también sufrirán la crisis por partida doble: por ausencia de turistas y por estrechamiento del margen comercial.
El negocio central de Ibiza es el turismo, y por haber olvidado esto nos hemos llevado a la propia isla por delante.
Ibiza se encuentra en una encrucijada en la cual tendrá que redefinirse, mientras la única opción que se ha quedado con todo el mercado es el turismo de ocio de tipo nocturno, un turismo que se acerca más a una práctica de riesgo que a una solazada vacación anual.
Eso ya lo sabemos todos y es parte de los deberes que ningún gobierno ha sabido hacer, primero porque el PP es el propio creador del turismo nocturno de discotecas y del Todo Incluido, pero el Pacto tampoco ha sabido regular el sector de una manera satisfactoria para nadie.
Resultado: Ibiza sufre una lenta agonía, ordeñada por el Estado central con sus impuestos y abandonada a la hora de recibir compensaciones, con una planta hotelera envejecida y con un turismo que ahora sufrirá otro embate con la subida del IVA.
Trabajar en Ibiza empezará a ser imposible. Incluso estamos perdiendo la quimera de los seis meses. Hacer un negocio legal será otra ilusión, aunque crecen como setas los negocios al margen del sistema: drogas, prostitución, taxis pirata, especulación y presumiblemente muchos comercios que trabajarán a su aire. Las consumiciones de los turistas se han desplomado de golpe en todos los sectores. Ibiza se ha desplomado mientras otros la siguen desplumando.
No sólo Ibiza, toda la costa española mueve sumas astronómicas con sus 50 millones de turistas.
El Gobierno de ZP lo sabe y aprovechará el 1 de julio para poner patas arriba las tiendas, restaurantes y servicios, creando un caos descomunal y la imagen (¡y la realidad!) de que España es cada vez más cara: así, el año 2011, puede ser un desierto en España y en las islas.
En Egipto, Líbano y Turquía han tomado buena nota: conservan servicios excelentes en instalaciones de calidad a un precio ya imbatible. En Francia, el IVA de los hoteles es de un 5,5, mientras en Grecia se queda en un 3,5. La competencia será abrumadora y ya lo es ahora.
No sólo el turista, el propio consumo interno seguirá cayendo en picado. ¿Cómo pudiendo prever esto no lo ha tomado en cuenta el gobierno socialista? Misterio, pero es la enésima locura de ZP.
Diario de Ibiza