domingo, septiembre 17, 2017

Turismo descontento



Claro que la subida de la ecotasa afectará al número de turistas de 2018, pero imagino que al Pacto de Progreso no le preocupa en exceso, porque supone -y hace bien- que no revalidará su derrota coaligada en un pacto de perdedores. Que no gobernará los próximos cuatro años, vamos. Le ha ocurrido cada vez que ha gobernado: ha dejado las islas desvencijadas y las arcas de la comunidad endeudadas. Esto último quizás venga atenuado por la ley Montoro, que les obliga a moderar ciertas partidas.
Y como rebote, viene un PP desarrollista que tampoco aprende de sus errores descomunales y lanza leyes y reglamentos que reactivan la economía, pero a un desorbitado coste en recursos.
Tampoco podemos saber cuánto afectará una subida duplicada de la tasa. Por la misma razón ni siquiera podemos calibrar cuántos han dejado de venir en 2017. Simplemente las estadísticas no nos sirven para sacar conclusiones, desde el mismo momento en que tenemos una abundante avalancha de turistas prestados del resto del Mediterráneo Oriental. Los políticos disponen de algunas encuestas, pero no sirven para nada si no se analiza el sesgo mencionado.
Para la minoría superdotada económicamente la ecotasa no tendrá incidencia, pero los empresarios de las islas, por tanto los trabajadores, no viven de unos miles de derrochadores cargados de testosterona. La tendrá para la gran mayoría de turistas de clase media.
Si se van sumando factores, Ibiza y Formentera están en peligro grave, no solo por su masificación (el éxito masivo es nuestro enemigo), que aflora todas nuestras carencias y contradicciones, sino también por unos precios fuera de toda lógica. No es la insularidad, es el abuso puro y simple. La situación es propicia para la actividad de bastantes piratas, que dan el golpe, agarran la pasta y huyen a finales de verano. El intrusismo es muy dañino, casi tanto como estas claustrofóbicas instalaciones del todo incluido, una actividad desprestigiada que solo aporta problemas.
Bajo este panorama, el mismo mercado se ha protegido en un acto reflejo de manual: Nos han abandonado. Y la tendencia se pronunciará.