sábado, septiembre 06, 2014

Piratas a la virulé


Si los piratas y tironeros que nos manda la mafia napolitana son como los de este verano, casi prefiero que vengan los dionis nacionales, porque a la postre resultan más divertidos y después los vemos en la telebasura.
Ibiza podría salir en Euronews o en la prensa británica (que se lee en Europa, Australia y EE UU, por lo menos) por numerosas razones, pero como compañero de prensa comprendo que han de resaltar el contraste llamativo. Ahora ya no podemos poner en portada la lluvia densa de carne escocesa que cae desde el quinto piso. ¿A dónde vas a parar con estas aburridas caídas sobre las baldosas de la piscina? El pobre corresponsal de Ibiza baja la cabeza, hasta que se entera de que un señor se ha cercenado un brazo que llevaba en el exterior de la ventanilla. ¡Toma! Que te lo tengo dicho desde niño: la cabeza y el brazo bien metidos y asegurados en el interior. Portada. Televisión. Esto se llama periodismo cadencial, por aquello de guardar cierta cadencia rítmica. No hay que aburrir poniendo siempre la misma mierda de ahogados, camellos, apuñalados o precipitados, que aburren hasta a las ovejas.
Discúlpenme el tono irónico los familiares de los interfectos y reciban mi pésame y mi afecto. Ocurra como ocurra, solo se muere una vez. En artículos anteriores me he quejado amargamente de tantas facilidades para conseguir muertes tontas en estas islas tan apaciguadoras. Pero en Ibiza, en Ámsterdam o donde sea, quien la busca la encuentra y entonces han de entender que un periódico es un producto elaborado en equipo que ha de mostrar un equilibrio en las texturas. No podemos poner cada día los atiborrados de drogas que se tiran por el balcón. De vez en cuando hay que incluir el descuidado que se deja un miembro rebanado en una reja metálica, o un perrito gordo que vigila la agonía de su hermano, atropellado sobre el asfalto. 
Pero ya sé que ustedes no me hacen caso. Menos mal.
Lo digo porque el mismo día que yo explicaba mi idea de asaltar un autobús en el túnel de San Rafael, por ejemplo, en apoyo de los gorrillas de los aparcamientos o de la torre del Pirata o de Atlantis, el mismo día, repito, leo espantado que unos piratas que acabaron a la virulé intentaron atracar el coche blindado de una compañía de seguridad. No sería la primera vez, pero sí en plena travesía en el mar, lo cual no deja de convertirles en piratas honorarios del verano 2014. Hay que ser osado. 
No es lo mismo pegar un tirón a un peluco de Cachuli en una gasolinera de Ibiza que quedarse en la bodega de un ferry, sacar el soplete y ponerse en faenas. Lo primero lo he visto hacer en Río de Janeiro y apenas te das cuenta. Lo segundo ya es alta ingeniería pirática.
Los malos casi siempre ganan, pero al menos estos en Ibiza han acabado entregando el material y entregando su libertad. Salvo la extraña historia del atraco a la caja fuerte de Matutes, se han resuelto muchos casos, no todos claro.
Algo tenéis asegurado, seáis napolitanos o carolingios: saldréis en los papeles. Chorizar en Ibiza, siempre que tenga un rasgo de originalidad, es noticia mundial. Hacedlo en Barcelona o en París y el tema no interesa a nadie: ¡Bah, robar en París... qué vulgaridad!
@MarianoPlanells