sábado, noviembre 02, 2013

Las excentricidades sospechosas de Ibiza

La fragata Baleares se subasta en El Ferrol ¿Acabará sus días como una discoteca flotante, como partyboat en Ibiza?

Desde que han desaparecido la falsa princesa Smilja, el falso pintor Elmyr de Hory, el Madriles y el perrito Fatty es como si Ibiza hubiera bajado el pistón en su catálogo de personajes extravagantes y, en cierta forma, entrañables. Pero no desesperen, las Pitiusas siguen ofreciendo año tras año sus buenas dosis de excentricidad, que nos sorprenden en verano y nos alargan el tema para el resto del año.
Hay media docena de temas al menos, desde la enojosa proliferación de las medusas, un fenómeno en el que algo tendrá que ver el acumulador de energía de es Vedrà o esta manía por pegar el palo, coger el dinero y echar a correr. Tendrán su derecho, pero uno recuerda los cientos (o miles) de vehículos que usan los servicios de Ibiza pero pagan sus matriculaciones o impuesto de circulación en pueblos de la Península. Hoy no quiero hablar de esto, sino del último invitado en nuestras carteleras de ocio de pago: los barcos de guerra, ganados para la paz. Los dragaminas, las fragatas.
El dragaminas ´Mojo Panamá´ no es mojito ni ha sido moco de pavo. Desarmado y desmantelado, ha sido reciclado para los party boats más salvajes y atrevidos. Viento en popa a toda vela, a toda máquina y con el volumen en plena noche abierta más propio de una discoteca cerrada, ha dado uno de los espectáculos más bochornosos del verano del año 13. ¿Bochorno para quién? Para un ramillete de instituciones y autoridades cuya sola existencia supone un derroche abrumador que tenemos que pagar todos con nuestros impuestos. No justifican sus sueldos deteniendo a media docena de pequeños camellos a finales de septiembre o multando por exceso de ruido en las últimas fiestas del verano. Todo esto ya no basta. Más resultados.
No quiero aguar la fiesta, pero en un sitio donde no se cumplen las reglas, se penaliza al que las cumple, porque no puede escabullirse o porque de buena fe quiere estar dentro de la ley.
Lo de estos barcos tiene solución y deben exigirla los mismos que han de velar por su cumplimiento. Entiendo que el Club Náutico o algunos ayuntamientos defiendan estas actividades. Claro que lo entiendo. Pero se exige claridad.
En tal caso, hay que reglamentar con pocos requisitos pero muy claros ante quien han de responder. ¿Dependen del ayuntamiento y de la conselleria pertinente? En los permisos puede ser, pero en el mar es la Guardia Civil del Mar y –en caso de consumo de drogas– también Vigilancia Aduanera. No lo sé. Expertos tiene la ley: demasiadas leyes, demasiados expertos que apenas cumplen ni hacen cumplir.
En cualquier caso, debo avisarles: voy detrás de la fragata ´Baleares´ que tras 31 años de servicios pasa al desguace en el El Ferrol. Es más, con mi grupo kuwaití, tengo el ojo tuerto puesto en el portaviones ´Príncipe de Asturias´, que también va a la chatarra. Que tiemblen Amnesia, Space y Pachá. Y otros muchos. Se acabó el ir en bicicleta.