miércoles, octubre 02, 2013

Bauzá, frente al frenesí pancatalanista


Destruir es mucho más fácil que construir, de ahí que finalmente el frenesí pancatalanista me haya movido a hacer algo que jamás se me habría ocurrido: defender la actitud de un presidente del Partido Popular. Mira tú por dónde.
Bauzá no necesita defensores, ya ha demostrado que lleva el gen de la resistencia desde el primer día en que le recibían en distintos pueblos mallorquines con caceroladas, empujones (más peligrosos que los de la librería Blanquerna de Madrid, tan interesadamente magnificados y publicitados por las terminales mediáticas del catalanismo) y agresiones.
Tengo publicadas en mis blogs (Ibiza Digital, por ejemplo) las fotos con las brechas abiertas en la cabeza de uno de sus guardaespaldas, en realidad salieron en toda la prensa nacional.
Desde aquel día, José Ramón Bauzá, tomó la medida de sus agresores. Creo que técnicamente es correcto el sustantivo ´agresor´, pues le agredieron en su honor, le insultaron, le zarandearon, le lanzaron objetos contundentes, difundieron infundios horrendos y un sinfín de barbaridades. Todo ello nacía de una agresividad que viene siempre del mismo punto: una izquierda radical impregnada de pancatalanismo, que por unos días abandonó el sentido lúdico que pudo observarse en la manifestación del 29-S.
Eran los mismos –y ni uno más– ayer que hoy, aquellos que se sintieron atacados por el pánico al legislar sobre la consideración del catalán, cuyo conocimiento pasaría a ser un mérito en vez de un requisito entre el funcionariado en algunos casos.
La intolerancia catalanista es conocida desde los años 30, así como algunos episodios de deriva hacia la violencia. Desde la Transición democrática se les ha acostumbrado a una dinámica irracional: sólo puede avanzarse hacia delante, siempre se gana, y por el camino hay que desbancar el español (¡en España!).
Así, cuando estos sociolingüistas, filólogos de catalán, sindicalistas, se reúnen en una comisión negociadora con el Govern, dan por sentado que sólo pueden salir ganando, jamás cederán. ¿Por qué? Porque «estamos inmersos en un proceso de liberación nacional frente a un enemigo opresor que nos priva de la libertad. Y por lo tanto, quien no nos dé la razón y el dinero es un facha». Suena a comedia bufa italiana. Pues es el pan de cada día.
Comprendo el cansancio de quien tenga que negociar con tales sujetos. Pero no es difícil. Solo hay que decirles la palabra ´no´ y ya quedan descolocados.
La palabra ´no´ la matizarán los políticos de la conselleria de Educación que han presentado un excelente proyecto en el TIL (mejorable en algunos aspectos). Pero no han de ceder en dejar consolidadas como lenguas vehiculares el español y las modalidades de Baleares. El inglés se implementará progresivamente.
Los mismos que se asustaron al ver en peligro su pequeña área de poder en el tema del funcionariado, se han encabritado ahora al ver que el odiado castellano (sí, muchos lo odian) regresaba para quedarse. Ellos quieren solo inmersión en catalán. Este es todo el problema. O sea, no hay ningún problema, sino ganas de agitar la calle para dinamitar a Bauzá y a su Govern. Pues no. Dispuso de mayoría absoluta, 195.000 votos, y esto sin poder contar con la divina ayuda de María del Mar ni los maullidos de Lluís Llach.
@MarianoPlanells