domingo, marzo 05, 2017

La puñeta de la euroviñeta


Un amigo de Ibiza me comunica que la denominada euroviñeta no puede aplicarse en Ibiza, al menos en principio. Es un impuesto que gestiona cada Estado de la UE según su criterio. Ahora está vigente en Holanda, Luxemburgo, Dinamarca, Austria, Alemania, Suiza y Chequia y solo se aplica a grandes vehículos a partir de 12,5 toneladas, aunque la Unión pretende endosarla en vehículos desde 3,5.
Es una tasa restringida a grandes transportes que circulan por autopistas o autovías, por lo tanto Ibiza quedaría excluida. Reconozco que yo no había consultado todo esto, por la simple razón de que me parece un disparate. El simple hecho de superponer otro impuesto a los muchos que ya pagamos para los vehículos y los hidrocarburos -tanto si están parados como si están rodando- se me antojó una idea irrealizable.
Reconozco el empeño de la consellera Pepa Marí en buscar salidas a algo que no la tiene: la circulación en Ibiza (y Formentera) no tiene remedio. Con casi dos coches por persona, sin aparcamientos disuasorios de envergadura y con un transporte público deficiente, no veo por donde empezar a actuar.
El caso de Formentera es asombroso: No llega a los 20 kilómetros de longitud, que debe gestionar con 18.000 coches sin ningún semáforo.
El diabólico urbanismo de Ibiza, con un diseño caótico donde cada cual va a su aire, dificulta racionalizar las líneas del transporte público. Pasen por donde pasen siempre quedarán alejadas y poco funcionales para una importante parte de la población. De ahí el indispensable uso duplicado de varios coches en cada vivienda. Aparte de las incomodidades y el derroche de territorio, es un factor añadido de encarecimiento de nuestra vida en este ‘paraíso’ infernal.
Las Pitiusas constituyen un fenomenal negocio veraniego. Con razón se vende la gasolina más cara de España y probablemente de las mas caras de Europa. Sin olvidar el monstruoso despliegue de vehículos destinados al alquiler que desembarcan cada verano y que ocupan las calles y carreteras, sin pagar un solo euro al menos en el impuesto de matriculación y de circulación.