sábado, septiembre 10, 2016

Las astutas trampas de la ecotasa


Este verano es digno de ser observado con cámara lenta y será así, a la vista de los numerosos grupos de Facebook que están congregando las quejas y a los quejumbrosos. Todos quieren participar, y lo harán porque ya es evidente que no tenemos nada que perder y que nadie defenderá nuestros recursos, el agua y el territorio por nosotros. No lo hará ningún político ni siquiera el aguerrido arcángel San Miguel. Lo que no trabajemos nosotros no nos lo defenderá nadie. Nadie.
No me ha sorprendido el cambio de sede del obispo de Mallorca, Javier Salinas, a quien conocí fugazmente en Formentera y me pareció una buena persona, cabal, animoso, cordial. No ha superado el nudo, o sea la denuncia de Mariano de España (con este nombre cualquiera se mete con él) al Vaticano, quejándose de la excesiva proximidad de su esposa y el obispo. Ahora, monseñor Salinas pasa a Valencia como obispo auxiliar y es sustituido por el menorquín Taltavull. Suerte a todos.
Un final de verano lleno de tropiezos en el Pacte o Govern balear. Simplemente se sienten incapaces, sobrepasados, que es una forma elegante de reconocer su incompetencia ante retos que se han impuestos ellos mismos, como es la ecotasa. Gente muy preparada les avisó del enorme problema que estaban gestando, al no tener resueltos los detalles de la ley. Pero la perentoria necesidad de liquidez les animó a embarcarse en una gestión desastrosa que no concluye en si misma. Tendrá otras consecuencias y muy negativas.
Hoy la ecotasa la pagan los establecimientos hoteleros regulados. Quedan al margen miles de habitaciones alegales o ilegales. ¿Todas? Pues no y aquí viene otra pésima noticia: muchos apartamentos que no pueden ser alquilados al estar en inmuebles residenciales se han registrado como contribuyentes de la ecotasa. Por ello, denunciaba Joan Serra que el Govern da alas a los apartamentos turístico: «De los 1.784 que se han inscrito en el registro del Impuesto de Turismo Sostenible, una tercera parte (559) son de Ibiza y Formentera. Es el colmo de la incongruencia», añade.
No. No hay tal incongruencia. Es una maniobra muy astuta y sin duda asesorada por buenos conocedores de la ley. Los simples recibos de liquidación de la ecotasa suponen un reconocimiento de su actividad, y como el Govern balear no puede reconocer actividades ilegales y mucho menos cobrar por las mismas, se supone que el alquiler de estos pisos será legal en el futuro. O lo es ya. Quedan blindados y legalizado por la puerta de atrás.
¿Y van a pasar este patata tóxica a los ayuntamientos?