sábado, abril 09, 2016

El verano encima


"Tengo a mi hija desnuda y San José encima», se quejaba amargamente una payesa ibicenca a la sastra que debía coserle a toda prisa el vestido que llevaría puesto en tal festividad señalada. Para darle prisa. En Ibiza tenemos la isla desnuda y el verano encima. No pocos tramos de carreteras están patas arriba. Otras infraestructuras iniciadas duermen el indolente sueño de los políticos, en espera de algún milagro para culminarse y adecentar la zona. Incluso el principal motivo portuario ha quedado desmantelado con los cascotes expuestos y derruidos.
El monumento a los corsarios y la estación marítima pasarán un verano de vergüenza. Son muy capaces la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento de Ruiz/Molina de permitir que la demolición iniciada quede expuesta todo el verano para que los tres millones y pico de turistas puedan fotografiarla. Si pueden acceder entre los charcos de mierda que tendrán que salvar en todas partes. No lo duden, estas bacterias, estos coliformes aprovechan el caluroso estío para medrar en las aguas superficiales costeras de toda la isla. Por esto proliferan las algas de todos los colores. Han denunciado que el 63% de las aguas analizadas están bien nutridas de bacterias que adoran las aguas fecales. Aquellos que han conocido las transparentes aguas pitiusas romperán en llanto, pero así está la situación. En tierra hemos cerrado los pasos y los paseos, hemos ido privatizado algunas montañas, hemos agotado los acuíferos, hemos barrido las dunas y hemos podrido las aguas, que tanto necesitábamos para nuestra recuperación y descanso. Particularmente sanas eran las aguas bajas de la hermosa playa de Talamanca, bendecida por una población de posidonia que las hacía ideales para las enfermedades de la piel. Hoy, el desgraciado que tenga que sumergirse en estas aguas a menudo pestilentes, puede pagarlo caro.
Recibió en su día el petróleo del naufragado ´Don Pedro´ y en los últimos años las emanaciones periódicas del emisario. Ya siendo malo un emisario que evacua sobre las arenas durante lustros, imaginen lo que es cuando este se rompe casi cada semana para verter directamente las aguas negras sobre la hermosa playa. No es la única. Toda Ibiza tiene ante sí un verano repleto de negros augurios: sobreocupación, calores, mosquitos tigre, mosquitos tarifa-plana y, lo que es peor, unas instalaciones obsoletas que reventarán a partir de mayo. Esto sí: subidas de impuestos e implantación de otros nuevos. Sonrían, nos están filmando las televisiones mundiales.