sábado, septiembre 26, 2015

Entre el error y la amenaza

El humorista Puebla también sabe de dónde vienen los tiros


Ignoro a dónde quieren llegar Podemos y el PSOE agazapado, siempre preparado para hacer caja. Tampoco sé si en 2016 impondrán esta tasa turística tan malquerida y tan zarandeada. Pero sí sé que el Pacte III ya ha conseguido esparcir una idea que entraña ciertos riesgos: son una amenaza para el turismo de Baleares. Ellos quieren meter miedo a los hoteleros, pero estos no se alteran fácilmente, pues saben que les basta con darle a una tecla para hacer una transferencia de fondos al Caribe, que es donde están invirtiendo sin cesar desde hace décadas.
Lo que se destine a hoteles en América no se invertirá en hoteles de nuestras islas, perdón por la obviedad. Este mismo invierno ya se notará, habrá menos puestos de trabajo en las obras.
O sea, como los empresarios hacen y callan, están destinando enormes partidas de dinero que podrían estar invertidas perfectamente en la renovación de hoteles, pensiones, hostales y urbanizaciones en Baleares. Ha de saberlo el público y pido excusas otra vez por ser muy elemental, muy básico: cuando Jarabo o Ada pretenden intimidar a los hoteleros solo consiguen atemorizar a la sociedad civil que está a la espera de un trabajo temporal para pasar el invierno y a la vez desmotivar al posible turista que ahorra todo el año para sentirse bien tratado y querido.
Las titulares de la prensa española, británica y estadounidense (y de otros sitios, supongo) están propagando de forma reiterada un mensaje disuasorio: en Barcelona, en Baleares, en España tratan mal al turista, no quieren turistas, etc. Sí, Jarabo, tú, todo un genio de las finanzas, del turismo y de la política. Ahora amanecemos casi cada día con un titular donde avisan: los gobiernos del cambio suponen una amenaza para el turismo. Lo de Barcelona es antológico, ya lo he contado. Pero ahora se suman Baleares y al parecen en Valencia están rumiando poner el cazo con una ecotasa.
Este tipo de ´amenazas´ las acaba pagando aquel a quien decís que habéis venido a proteger: el trabajador poco cualificado, el fijo discontinuo, el temporal. Son los primeros que caen cuando las empresas se ven tentadas a reducir gastos porque parte de su dinero y energía va destinada a pagar cada vez más impuestos. Un dinero que debiera estar en los bolsillos de los ciudadanos acaba en manos de estos incompetentes y codiciosos personajillos de tercera fila que, como ya es habitual en su hoja de ruta, vienen solo a destruir lo que otros han construido y han levantado laboriosamente durante décadas. El adanismo se paga muy caro y repito, siempre pagan los mismos: los de más abajo, o sea los que probablemente han votado al PSOE y Podemos.