sábado, agosto 31, 2013

La fea cara del sol excesivo

Melanoma. Cortesía DoctorV
Las estadísticas sobre el cáncer de piel en las islas son cada año más escandalosas. El aumento del pasado ha sido de un 40%. El doctor Cros explicó a quien quiso oírlo que en 2012 se atendieron 500 tumores malignos relacionados con el cáncer de piel.
El melanoma es el peor de todos. Hay que tratarlo a la mayor brevedad. Sólo en 2011 se diagnosticaron 18 casos, y en 2012 ya fueron 25.
El cáncer de piel aumenta vertiginosamente en los últimos años. Hay que pensar que en su mayoría son consecuencia de auténticas indigestiones de sol, tomado en exceso a lo largo de toda la vida. El exceso es la clave, porque por otra parte se sabe que el sol es beneficioso para la psoriasis y algunos tipos de dermatitis, aparte de ayudar a refortalecer los huesos por la mejor absorción de la vitamina D.
Pero nadie hizo estas campañas en los años 70. Los campesinos jamás tomaron el sol tumbados, salvo quizás en algunos momentos muy concretos del baño en el mar. Y a los niños se les tenía vedado permanecer al sol sin sombrero o gorra. Esto es justo lo acertado. Los bebés jamás debieran tomar el sol y los niños solo cuando usen protectores solares altos, de 50 al menos.
Hay otras normas que son evidentes: rehuir cualquier exposición entre el mediodía y las cuatro de la tarde. Renovar la aplicación de protector cada dos horas. A lo largo de año hay que cuidar la piel y estar atento al desarrollo anormal de cualquier peca o lunar. Ante la duda, al dermatólogo.
Ignoro los datos sobre la población europea que ha veraneado en el Mediterráneo, pero podemos estar seguros de que los casos de melanoma se han disparado. Hoy, los turistas conocen –en general– los estragos del sol, no solo en el caso de las quemaduras, sino en el envejecimiento de la piel y en otras maldades.
Es como si el protector solar fuera el mejor amigo del Mediterráneo, pues se aconseja aplicarse e incluso en la sombra cuando se está al aire libre o cerca del mar, por supuesto.
Pero no es oro todo lo que reluce: ahora resulta que dichos protectores son altamente contaminantes en las aguas superficiales marítimas. Las cremas solares resultan nocivas para el ecosistema marino, según la investigación del CSIC.
Algunos componentes se diluyen durante el baño y se convierten en agentes agresivos, con consecuencias ecológicas.
Conocíamos su acumulación en las paredes de las piscinas, pero es más que esto, ahora se sabe de sus efectos dañinos en la microcapa superficial del agua, en un estudio elaborado precisamente en Mallorca, con la colaboración de la Universidad de Valencia.
Además de varios compuestos químicos, las cremas liberan otros elementos como el nitrógeno, fósforo y silicio, que a la larga se constituyen en nutrientes que potencian el crecimiento de algas, alterando la dinámica del ecosistema.