sábado, marzo 24, 2012

Locos por agua viva

El agua de la vida: Ses feixes, circa 1947

El año 2011 ha sido extraordinario para Ibiza. Hemos superado todas las expectativas de ocupación turística, los arqueólogos y, de rebote, los arquitectos han desvelado unos cuantos secretos esenciales, fundacionales, que son el principio sagrado en la línea del tiempo y el espacio donde una ciudad, un pueblo, encuentra su fase de nacimiento y posterior desarrollo.
A partir del siglo VII antes de Jesucristo, Ibiza y Formentera han recorrido una larga ruta. Han tenido que transcurrir más de dos mil años, 2.600 y pico, para recuperar aquellas piedras primigenias, y por poco han acabado masacradas por el mismo espíritu que hoy ha masacrado toda la isla: el turismo, el crecimiento urbanístico y el desinterés por nuestra historia y nuestro patrimonio.

 Hoy son muchos ya los ibicencos que son conscientes de esto y empiezan a ser muchos más los que tienen mala conciencia y se sienten culpables por las últimas fases del destrozo de la isla.
 Que tome buena nota el Partido Popular y que no empiece a desclasificar sistemáticamente con la excusa pueril (¡y falsa!) de que las indemnizaciones se lo comerían todo. Ni hagan como la alcaldesa de San José, que, en su opinión, la construcción de un campo de golf revitalizaría la Platja d´en Bossa.
 Precisamente es una de las pocas zonas que tiene demasiada vitalización, ruido y molestias. Un campo de golf solo las multiplicará por tres. Un puerto deportivo las multiplicaría por diez. La señora alcaldesa tiene un pueblo enorme, muy grande: dedíquese, pues, a cuidarse de las cosas importantes y deje los negocios para la empresa privada. No revitalice lo que ya está en una vorágine de ruidos, músicas, afters, discos, quiscos, ´todo incluido´, que no se puede soportar. Vaya usted a trabajar a otras zonas.

 Muchos se sorprenderán de lo que voy a decir. ¿Por qué todas las urbanizaciones se tienen que aprobar en San Antonio y San José? Precisamente el Norte, que ha protegido más el paisaje es un municipio que necesita una cierta actividad, ingresar impuestos, vengan de Benirràs o vengan de la cueva de es Cuieram. Sería de justicia.
 ¿Alguien ha dicho que San Juan tenga que ser el Amazonas de la isla de Ibiza?
Obsérvese que hago un esfuerzo contenido por no personalizar. Los ibicencos confundimos masificación y cemento con riqueza. Pues no. Ya es todo lo contrario. Los mismos ibicencos se vuelven como locos cuando, después de unas buenas lluvias, pueden salir de excursión a las fuentes del río de Santa Eulalia, a las distintas fuentes que suben de nivel, al Broll de Buscastell o a las Fonts de Rubió, donde quedan impresionados por unas cascadas magníficas.
Esto es agua viva y ésta es el agua que da la vida.
Esto es lo que hemos perdido, entre otras cosas, la Ibiza cartaginesa, arcaica, rural, bimilenaria.
No serán suficientes unas cuantas piedras museizadas en Dalt Vila. Si asfixiamos el valor de nuestra historia, estamos borrando nuestra vida, nuestro futuro. Hablo de dinero, no sólo de poesía.

Diario de Ibiza