sábado, noviembre 21, 2009

Absolutamente 'todo incluido'


Después de un verano de 2009 muy mermado, excepto en Formentera, una isla atiborrada gracias a un anuncio cervecero que muestra a unos protagonistas que incumplen flagrantemente al menos tres leyes, las Pitiusas encaran un invierno muy delicado.
Suele ser en estas extrañas situaciones límite cuando se conoce a los amigos y a los aliados. En este terreno, personas y grupos como el Ayuntamiento de Vila, el Consell Insular de Ibiza y otros deberán sopesar la actuación nada previsible del Institut d´Estudis Eivissencs, de un tal Blázquez del GOB e incluso del Consell de Formentera, que esperan a que todos los comensales estén reunidos y sentados para anunciar que se ha muerto el cocinero. Bueno, que cada cual saque las lecciones pertinentes, aunque algunas siempre suelen ser estériles porque llegan a toro pasado y cuando los hechos consumados han causado todos los males posibles y a menudo llegan de mano de aquellos a quienes has ayudado a encumbrarse o a mantenerse.
Quedan más de seis meses todavía para el despegue de la temporada 2010. ¿Se ven soluciones, apaños, ingeniosas maniobras para congelar la caída vertiginosa del turismo en Ibiza?
Valen todos los trucos, hay que barajar ya sin perder ni una semana de tiempo aunque las cartas estén marcadas. Ibiza agradecería ahora el haber tenido en los últimos años una gama variadísima de promociones en los mercados europeos, en Japón, en la misma España.
Desde junio hasta noviembre Ibiza podría aceptar el turismo taurino y ganadero, el turismo de simposios y de reuniones en la isla, incluso el turismo sexual si de ganas viene, el turismo deportivo que aprovechara nuestras impresionantes instalaciones, pistas y regatas; el turismo de buceo, windsurfing, optimist; el turismo de la tercera edad, optando a concursos divertidos entre los Panteras Grises hispanos; el turismo religioso en nuestras iglesias, mezquitas y sinagoga, el turismo musical o del aficionado al teatro; el turismo lúdico en nuestros casinos; el turismo gay y lesbiano; el turismo acojonado que camina a pie por nuestras galácticas autovías, el turismo de estudios que visitan y hacen prácticas en nuestra red de museos púnicos, de los mejores del mundo aunque eso es indemostrable porque llevan 15 (o 150) años cerrados.
El turismo nudista en nuestros hoteles climatizados de cinco estrellas, o el turismo de los naturópatas y de los dietistas, el turismo funerario...
¿Verdad que es mucho mejor que acabe la lista, que lo único que consigue es dejarnos en ridículo?
Para el 2010, ya lo dijimos en 2007 y antes y ahora lo ha recordado el catedrático Eugeni Aguiló y pronto lo confirmarán todos los demás, nos espera una aumento brutal del todo incluido. O sea, menos margen de beneficio hotelero, menos aún para la oferta complementaria. O sea, un aumento del paro que será sustancial. Llámenme exagerado, pero ustedes recuerden la foto de este pelotón de políticos ibicencos en la Feria de Londres. ¿Se fijaron que todos iban vestidos de negro o de oscuro?