sábado, julio 16, 2016

Un triunfo que puede ser fatal


Ya van llegando las cifras confirmando la avalancha de turistas que sufrimos en nuestra propia piel. Ibiza no puede asimilar esta tromba. Ya lo sabíamos, pero no por sabido es menos letal. Leo a mis compañeros de prensa y todos sin excepción esquivan la progresiva catalanización de Baleares mediante las medidas del Pacte III de Francina Armengol y se centran en esta vertiginosa e indigerible masa turística que lo arrasa todo a su paso. Claro que no hay sitio en las playas, es matemática y geométricamente imposible. Claro que las playas del Sur ya no pueden acoger a ni un ibicenco más.
Si pasamos de unos cien mil habitantes activos a casi medio millón de festivos veraneantes es materialmente imposible. Los que llevan más de quince años en la isla saben bien de lo que hablo y por qué lo digo: los más recientes identifican un progresivo aumento del número de turistas con el éxito. Quizás sea así en su pacífico pueblo o ciudad de procedencia. O quizás sea así en una planta donde se fabriquen donuts. En Ibiza ya no es así. Hemos roto la cifra óptima, es decir, a más turistas mayor fracaso y mayor pobreza a medio plazo. A corto plazo llegaremos a un colapso, en el cual al parecer ya estamos instalados, por mucho que nuestro talante nos aconseje sobrevivir con una sonrisa. Veremos cómo acaba esto, aún queda mucho verano.

Las cifras nos lo explican decía antes. En Ibiza, no hace muchos años, teníamos por un gran éxito una temporada que alcanzara el millón de entradas por el aeropuerto de es Codolar. Esta cifra la hemos sobrepasado solo en el tráfico del mes de junio de 2016. Sí, han leído bien: 1.067.182, lo cual supone un aumento por encima del l5% respecto a 2015. Estos aumentos brutales son aplicables a toda la temporada, por mucho o poco que pueda afectarnos el Brexit. La relevancia de Gran Bretaña en nuestro turismo sigue aumentando. El año pasado llegaron a España 15.67 millones de turistas británicos. De enero hasta junio 2016: 2.629.533 pasajeros aeroportuarios, un crecimiento del 17%. Vuelos: 29.690. Es decir, en junio ya habíamos pasado del millón de turistas llegados. Y queda todo el verano por delante. Extrapolando estas cifras, al final del año podríamos haber recibido cuatro millones, o muy cerca, si sumamos los arribados por mar. Y esperen la programación intensiva de cruceros. Ay amigos, nuestra toalla, no cabe. Normal.